Largo túnel

Pocos asuntos deberían importar tanto o más durante la inminente campaña electoral que el trance que atraviesa Emtusa, incapaz de salir del túnel que supuso para sus finanzas la pandemia, a la que llegó ya con un modelo en vías de agotamiento. La empresa municipal de transportes, pilar fundamental para la nueva movilidad que propugna el Ayuntamiento y referente por sus buenos servicios y alta demanda durante años, precisa mucho más que el reajuste de líneas en favor de la eficiencia anunciado recientemente. Literalmente rescatada por los fondos que aportó el Ministerio de Transportes para superar la última crisis, a la sociedad le hace falta un exhaustivo plan de viabilidad elaborado en permanente diálogo con la plantilla y un consenso político que evite el siniestro total.

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