Feijóo prepara su propio "funeral"
Esta semana del 21 de agosto se ha iniciado un nuevo curso político. El Jefe del Estado español, Felipe VI, ha querido que así sea. Con el "nido vacío", Sofía en Gales y Leonor en la Academia General Militar situada en Zaragoza, el monarca ha iniciado la ronda de consultas para valorar quién es la persona que reúne más apoyos para presentarse a la investidura. El Rey, después de esa consulta, tal como establece el artículo 99 de la Constitución española, designó al candidato a la Presidencia del Gobierno, que finalmente ha sido Alberto Nuñez Feijóo.
Según el comunicado de Zarzuela, la designación de Feijóo ha sido por una "práctica que se ha ido convirtiendo con el paso de los años en costumbre", proponer al más votado. Llama la atención semejante explicación e invita a la reflexión sobre el papel del Rey en este caso concreto. Si por "costumbre" es el más votado, ¿para qué se pierden dos días en consultas? Bastaría con llamar al interesado y preguntarle si está dispuesto.
Como apunte, una casualidad inquietante. Los mismos argumentos usados hace tres días por el PP para que Feijóo fuera designado para ir a la investidura, son los mismos que Zarzuela usa tres días después. Contrastan con la libertad que emana del 99 de la Constitución.
Al margen del detalle anterior, que ni es baladí ni es menor, hay que destacar la insistencia del señor Feijóo. Llama mucho la atención que quiera ser protagonista de un nuevo fracaso y dejar en evidencia a un Partido Popular que le ha reclamado no presentarse. Ni tiene 176 apoyos, ni los tendrá. Reclamar "tamayazos" como han hecho algunos dirigentes populares, o dejar entrever una platónica conquista del PNV, es iluso y totalmente deleznable (sobre todo el "tamayazo"). La derecha no sabe encajar las derrotas.
¿Qué le pasa al Partido Popular? Un día sale una noticia de que Feijóo busca "estrategas de primer nivel para reforzar su equipo" (¿de quién está rodeado ahora?), al día siguiente por la mañana que "dirigentes del PP piden mano dura con Vox", por la tarde "otros dirigentes que piden simbiosis con Vox", y en el fin de semana salen "los de más allá que son partidarios de las formas de Isa",… Como corolario de todas ellas, el nada despreciable "sueldazo" (tres salarios en uno) del señor Feijóo: 177.067€euros al año.
Más allá de los sobresueldos populares y de su deriva quijotesca, no cabe duda de que la insistencia de Feijóo para presentarse a la investidura es la preparación de su propio "funeral". Sabe que va a fracasar, necesita esa disculpa para irse junto al "clan gallego" que ocupa de modo temporal los mandos de Génova. Deja un PP descapitalizado y entregado en los brazos de Vox.
Esta semana del 21 de agosto se ha iniciado un nuevo curso político. El Jefe del Estado español, Felipe VI, ha querido que así sea. Con el "nido vacío", Sofía en Gales y Leonor en la Academia General Militar situada en Zaragoza, el monarca ha iniciado la ronda de consultas para valorar quién es la persona que reúne más apoyos para presentarse a la investidura. El Rey, después de esa consulta, tal como establece el artículo 99 de la Constitución española, designó al candidato a la Presidencia del Gobierno, que finalmente ha sido Alberto Nuñez Feijóo.
Según el comunicado de Zarzuela, la designación de Feijóo ha sido por una "práctica que se ha ido convirtiendo con el paso de los años en costumbre", proponer al más votado. Llama la atención semejante explicación e invita a la reflexión sobre el papel del Rey en este caso concreto. Si por "costumbre" es el más votado, ¿para qué se pierden dos días en consultas? Bastaría con llamar al interesado y preguntarle si está dispuesto.
Como apunte, una casualidad inquietante. Los mismos argumentos usados hace tres días por el PP para que Feijóo fuera designado para ir a la investidura, son los mismos que Zarzuela usa tres días después. Contrastan con la libertad que emana del 99 de la Constitución.
Al margen del detalle anterior, que ni es baladí ni es menor, hay que destacar la insistencia del señor Feijóo. Llama mucho la atención que quiera ser protagonista de un nuevo fracaso y dejar en evidencia a un Partido Popular que le ha reclamado no presentarse. Ni tiene 176 apoyos, ni los tendrá. Reclamar "tamayazos" como han hecho algunos dirigentes populares, o dejar entrever una platónica conquista del PNV, es iluso y totalmente deleznable (sobre todo el "tamayazo"). La derecha no sabe encajar las derrotas.
¿Qué le pasa al Partido Popular? Un día sale una noticia de que Feijóo busca "estrategas de primer nivel para reforzar su equipo" (¿de quién está rodeado ahora?), al día siguiente por la mañana que "dirigentes del PP piden mano dura con Vox", por la tarde "otros dirigentes que piden simbiosis con Vox", y en el fin de semana salen "los de más allá que son partidarios de las formas de Isa",… Como corolario de todas ellas, el nada despreciable "sueldazo" (tres salarios en uno) del señor Feijóo: 177.067€euros al año.
Más allá de los sobresueldos populares y de su deriva quijotesca, no cabe duda de que la insistencia de Feijóo para presentarse a la investidura es la preparación de su propio "funeral". Sabe que va a fracasar, necesita esa disculpa para irse junto al "clan gallego" que ocupa de modo temporal los mandos de Génova. Deja un PP descapitalizado y entregado en los brazos de Vox.
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