Langreo,

«¿Qué he hecho yo que pueda servir de ejemplo? Muy poca cosa. Simplemente, ¡cumplir con mi deber!», afirmó Rufino Roces García, ayer, en el Ayuntamiento de Langreo, tras recibir el título de «Ciudadano ejemplar». Ante un numeroso auditorio que dejó pequeño el salón de plenos, el ex presidente de la Sociedad de Festejos y Cultura San Pedro y de la Orquesta Langreana de Plectro y que fue también director de la Fundación Marino Gutiérrez hasta el pasado año, asumió «la voluntaria servidumbre de ejercer la ejemplaridad».

«Difícil papeleta que trataré de realizar con decoro, dentro de las limitaciones y defectos humanos», señaló Roces, que destacó «la responsabilidad que se adquiere al aceptar esta recompensa». Pero el título de «Ciudadano ejemplar» de Langreo, que se concede por primera vez, conlleva para el homenajeado una «enorme complacencia y dignidad», dijo. Este galardón es «sin duda lo más confortante que me ha ocurrido», apuntó, al ser los convecinos los que consideren que «el servicio ofrecido a la comunidad, sin propósito de recompensa, es digno de ser destacado, le hace a uno sentir un muy especial goce y agrado».

Roces aseguró que «cuando uno cumple un compromiso» debe mantenerlo «con mejor o peor fortuna, hasta el final». Esa labor de más de 50 años implicado en colectivos felguerinos supuso «muchas satisfacciones y algún que otro momento duro», aunque citando al escritor Gabriel García Márquez aseveró: «La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio logramos sobrellevar el pasado».

El ex director de la Fundación Marino Gutiérrez, que no pudo recoger el galardón el Día de la Constitución por problemas de salud, agradeció el apoyo a su familia, a las cuatro asociaciones que promovieron la distinción y a aquellas otras que la respaldaron, entre ellos el Ayuntamiento. «Nunca olvidaré este día», subrayó Rufino Roces, que pudo, con esfuerzo, contener la emoción ante los aplausos de sus amigos, familiares y los miembros de la corporación. La alcaldesa, Esther Díaz, le deseó que «continúe el camino de la ejemplaridad».

Rufino Roces se reunió ayer, como colofón a la jornada de homenaje, con numerosos amigos. Langrehotel acogió el encuentro convocado por Festejos San Pedro, la Orquesta Langreana de Plectro, Langreanos en el Mundo y Les Filanderes, a última hora de la tarde, al que acudieron más de doscientas personas. Durante el acto, su nieta Ana Roces, leyó una breve historia de su vida junto a su abuelo Rufino, que no pudo contener las lágrimas. No faltaron ni los regalos ni la música. En la imagen, Rufino Roces con su nieta y su mujer, Sara García.