El gran infortunio del pescador ovetense fallecido en Castropol: un traspié cuando iba a recoger un pez

Lo reanimaron varias veces, pero sus lesiones eran demasiado graves y murió camino del Hospital de Jarrio, en Coaña. Un ovetense de 63 años de edad, cuya identidad se corresponde con las iniciales J. A. V., falleció hacia la una de la tarde de este viernes tras precipitarse desde una altura de unos cuatro metros en el espigón de Castropol, donde se encontraba pescando. Al parecer, fue a recoger una captura y cayó sobre las rocas por razones que se están investigando.

El aviso de la caída se produjo a las doce menos veinte de la mañana. Tras el impacto, el hombre no podía salir por sus propios medios. A la zona se desplazaron bomberos del SEPA con base en el parque de Barres y se pidió ayuda al Salvamento de Playas (Sapla) de Castropol, que desplazó a una embarcación de Tapia de Casariego. Salvamento Marítimo activó el helicóptero Helimer. Y también se requirió la presencia de la UVI-Móvil con base en el Hospital de Jarrio.

Los bomberos y personal médico accedieron hasta el lugar donde estaba el herido y trataron de estabilizarlo. Sobre las doce y media del mediodía lo acomodaron en una embarcación del club de vela y lo llevaron hasta el pantalán del club náutico donde esperaba la UVI-móvil de Jarrio, que evacuó al hombre al Hospital. Aunque fue reanimado varias veces, falleció durante el traslado.

El cadáver quedó depositado en el tanatorio de Jarrio, desde donde este sábado será trasladado al Instituto de Medicina Legal de La Corredoria, donde está previsto que se le practique la autopsia. En la tarde de este viernes, aún no se había podido comunicar con sus familiares. Este accidente mortal se ha comunicado tanto a la Guardia Civil como a la Policía Local, con el fin de que se realice el correspondiente atestado.

El suceso causó una gran conmoción en la capital castropolense. Varias embarcaciones del club de vela se acercaron al lugar para prestar su ayuda, como ya ocurrió el año pasado –el concreto el 28 de agosto– cuando resultó electrocutado un joven navarro mientras navegaba por la ría del Eo, y que falleció a consecuencia de sus heridas.