Lleno en Salas en la entrega de los "Platos de Oro": los galardones sacan la sonrisa al sector hostelero
Al Son del Indiano, Casa Camacho y La Hacienda de La Llorea consideran un "orgullo" y un "regalo" la distinción
Coinciden los tres flamantes ganadores de la última edición de los "Platos de oro de la gastronomía española" en mostrarse positivos ante el momento que vive el sector hostelero en Asturias. "Hay ganas de salir y disfrutar", señalan los premiados. Al Son del Indiano, de Malleza (Salas), Casa Camacho, de Anieves, en Oviedo y La Hacienda de La Llorea, de Gijón recibieron ayer en Salas, orgullosos y emocionados, esta veterana distinción.
Luis Rubio Quintana regenta junto a su hermana Inés el restaurante Al Son del Indiano y piensa en su madre, Inés Angelina, a la hora de los agradecimientos. "Ella me permitió hacer esto. Cuando dije que quería ser cocinero nunca se opuso y dijo que hiciera lo que me hiciera feliz", señala, orgulloso de haber podido cumplir su sueño en un pueblo "que no está camino de ningún sitio". «Estamos apartados y ese es un handicap para crecer, pero es un nivelazo poder vivir de esto aquí y que la gente venga sin agobios a disfrutar de Malleza, un pueblo precioso», señala Rubio antes de recibir el premio de manos del Alcalde de Salas, Sergio Hidalgo.
La trayectoria de los Rubio fue glosada por la secretaria del Centro Asturiano de Madrid, Pilar Riesco. La entidad les concedió el año pasado uno de sus prestigiosos "Urogallos" y contó que conocer el restaurante de Malleza fue "un flechazo". "Esta distinción corrobora que no estábamos equivocados. Al Son del Indiano es uno de esos lugares de los que uno sale siempre satisfecho y feliz", indicó Riesco.
También la guisandera Teresa Camacho pensó en su madre cuando se enteró del galardón. "Ella y mi abuela se lo merecían", relata esta mujer que dirige, junto a su marido, Eugenio Fernández, y, desde hace doce años, el restaurante ovetense Casa Camacho. "Este premio es un regalo y estoy contentísima. Es un orgullo que se reconozca lo que haces, porque yo no quiero cambiar", apunta. Camacho está convencida de que el sector vive un buen momento tras la pandemia: "Hay mucha clientela, la gente quiere salir y disfrutar".
Ella recibió el premio de manos del concejal de Turismo del Ayuntamiento de Oviedo, Alfredo Quintana, pero antes, su trayectoria fue glosada por la presidenta del Club de Guisanderas, Amada Álvarez. Cada año los "Platos de Oro" incluyen entre sus premiados asturianos a una de las afamadas guisanderas. Contó Álvarez, natural de Salas, la trayectoria de Teresa y su marido y habló de su decisión en 2011 de reabrir Casa Camacho dando un "estilo precioso y personal" a este establecimiento donde se pueden degustar platos de siempre como los callos o la fabada. "Son merecedores de esta distinción por su buen hacer", apunto.
Aprovechó Amada Álvarez para hacer un llamamiento a todos los locales de hostelería con motivo del reciente reconocimiento de Oviedo como "Capital Mundial de la Gastronomía", un título que la capital quiere hacer extensible a toda la región. "Donde quiera que entre un peregrino o un turista, que salga encantado. Lo que no puedas hacer, no lo hagas, pero da lo mejor. Tenemos que lograr que todos los que pasen por Asturias se marchen encantados de lo bien que comieron", señaló.
El tercer restaurante premiado está en manos de cuatro socios. Uno de ellos, Miguel Ángel de Dios, explica que es un orgullo que La Hacienda de La Llorea resultara premiada. "Es un galardón que nos da mucha ilusión para seguir trabajando", apunta este hombre que ve el sector hostelero "en transformación", pero con optimismo. El concejal de Relaciones Institucionales del Ayuntamiento de Gijón, Jorge González, les entregó el diploma, pero antes, el negocio fue glosado por el periodista gastronómico Josema Azpeitia. "La Llorea se merece este premio y la gente como Miguel Ángel y sus socios son gente entregada a la hostelería. Tienen esa vocación, amor y capacidad de sacrificio que exige y hacen sentir a gusto a cualquiera que va a su casa", señaló.
Carlos Guardado, comendador en Asturias de la Cofradía Platos de Oro de Radio Turismo, considera que los tres premiados son un ejemplo "de sencillez y buen hacer; ponen en práctica la buena cocina del día a día, que sustituye a la comida de casa". Y añadió Guardado, que en los restaurantes que reciben este galardón "que mira a la tierra y no al cielo" se sigue comiendo "como en casa".
En el acto también ofreció una breve ponencia sobre la alimentación en el Camino de Santiago la catedrática María Josefa Sanz. A la cita asistieron, entre otros, una buena representación de cocineras del Club de Guisanderas, el presidente de la Fundación Grande Covián, Miguel Pocoví, y el presidente de la Asociación de Hostelería de Asturias, José Luis Álvarez Almeida.
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