Opinión

Puntitos negros

Contra el ataque israelí en Rafah

Lo vimos en directo. Como se retrasmite ahora la barbarie. Vimos la grabación desde un dron. Una multitud de personas, miles de palestinos, miles de puntitos negros fustigados por el hambre, agolpándose sobre camiones repletos de harina. ¿Qué blanco tan fácil, Netanyahu? ¡Apunta y dispara, valiente! ¡Con gracia y mucha desgracia! Y vimos tu puntería, como caían los muertos que tú matas por doquier, niños famélicos incluidos en el lote de cadáveres bajo las bombas y las balas de los kalashnikov. Fue en Rafah, al sur de Gaza, con 2,3 millones de almas esperando no saben a qué. Así se hace la guerra. Que no es, no confundir con genocidio, ni holocausto, que las matanzas del ejército israelita son más "light", descafeinadas y bajas en calorías. Bueno, en esto último diría sin calorías.

Se supera el ejército israelí, le parecía poca masacre el exterminio palestino en los campos de refugiados, hospitales, vías de escape, ahora, turno de bombardeo sobre la inmensa cola del pan. Matáis a los palestinos de hambre o de bombazos en la tripa o de ambas cosas a la vez. Que no se escape ninguna rata.

Me viene a la cabeza una escena cinematográfica que quedó grabada en mi memoria y hoy, después de cerrar las páginas de la prensa, resucita. Le cedo la palabra a Graham Green, en su novela y guion de "El tercer hombre". Recuerden. Estamos en la gran noria del parque de Viena, el Prater. Holly (el bueno) y Harry (el malo), Joseph Cotten y Orson Welles, solos en la cabina de la noria, mano a mano, en lo más alto. La cámara se detiene en los paseantes al pie de la noria. Y esto dicen los protagonistas:

Holly: "¿Has visto a alguna de tus víctimas?".

Harry: "¿Sabes? No me resulta agradable hablar de esto. ¿Víctimas? No seas melodramático. Dime: ¿sentirías compasión por uno de esos ‘puntitos negros’ si se detuviera? Si te ofreciera 20.000 dólares por cada puntito que se parara, ¿me dirías que me guardase el dinero? ¿O calcularías cuántos puntitos podrías permitirte gastar? Y libre de impuestos, viejo, libre de impuestos".

A un lado la gran película. Al otro la Historia. Los aliados acabaron con los nazis, suprimieron la barbarie, al menos en eso quedamos. Ingenuidad o hipocresía. Pero la barbarie se toma pequeños respiros para volver con mayor potencial de destrucción y muerte. Hoy son los otros los que la dirigen. Es una lástima que nuestro dios no se haya esmerado y empleado un día más. Se limitó a colocar en este "mondo cane" a "puntitos negros" de rebaja. Su aniquilación está libre de impuestos.

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