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La nueva propiedad de la fábrica de gas promete una rehabilitación "consensuada"

Ginkgo quiere "recuperar" el recinto para la ciudad con una "descontaminación sostenible" y "preservando sus valores culturales"

Gasómetro de la Fábrica de Gas Miki López

Ginkgo Advisor, el fondo europeo de inversión especializado en las regeneración medioambiental de espacios industriales abandonados que acaba de comprar la fábrica de gas de Oviedo a EDP, quiere hacer en el corazón del casco viejo una rehabilitación "consensuada" con los vecinos de la ciudad y de la mano del Ayuntamiento.

Así lo explicó ayer el grupo internacional a través de un comunicado en el que confirmaban la noticia de la compra, adelantada este jueves en exclusiva por LA NUEVA ESPAÑA. Ginkgo, que estima una inversión de hasta 54 millones de euros en la recuperación de esos terrenos cuando toda la operación haya finalizado, explica que su objetivo es "recuperar esta localización para la ciudad mediante la descontaminación sostenible del terreno", "la recuperación de diversos elementos arquitectónicos en desuso, el respeto a la preservación de los valores culturales del recinto y la construcción de espacios públicos, zonas ajardinadas, viviendas y comercios".

Los planteamientos son todavía muy genéricos porque el proyecto está empezando a definirse. El fondo ya cuenta con al arquitecto Francisco "Patxi" Mangado para desarrollarlo, y con él ha empezado a preparar algunas ideas que todavía tendrán que analizarse con las administraciones encargadas de dar el visto bueno a toda la operación. "La voluntad de Ginkgo Advisor", explicó el grupo en su comunicado, "es la de consensuar todas las intervenciones con las entidades vecinales de Oviedo y de la mano del Ayuntamiento".

El grupo recalcó que el proyecto de la fábrica de gas en Oviedo está "completamente en línea" con el enfoque de otra operaciones en emplazamientos donde ya cuentan "con experiencia en materia de regeneración urbana" y que está "en total consonancia con las ambiciones del Plan de Acción de 2018 de la Comisión de la Unión Europea para el crecimiento sostenible". Ginkgo, un fondo que cuenta en su accionariado con el grupo Edmond de Rothschild, la Caja de Depósitos francesa o el Banco Europeo de Inversiones, ha desarrollado la mayoría de sus proyectos en Francia y en Bélgica, ahora están también trabajando en Málaga y en la mayoría de sus intervenciones combina la generación de vivienda y locales comerciales con el desarrollo de entornos de movilidad y urbanismo sostenible.

En el caso de Oviedo, anunciaron, "la recuperación de este área en el centro de la ciudad, que lleva décadas en desuso, mantendrá e integrará los elementos históricos del recinto. Este proyecto aportará grandes beneficios para la comunidad, para Oviedo y para Asturias". Ginkgo también ha querido agradecer a EDP "su disposición" y "total voluntad de colaboración" para "la regeneración urbana" del espacio y su integración en el entorno social de la capital de Asturias.

Aplauso municipal

La noticia de la venta de la fábrica fue recibida con entusiasmo por parte del equipo de gobierno del Ayuntamiento, que ha visto en la operación de Ginkgo una muestra del interés que la ciudad suscita en fondos de inversión. El Alcalde, Alfredo Canteli, consideró la compra de la fábrica de gas "una magnífica noticia": "Llegan para invertir, y todo lo que sea crecer y solucionar un problema que teníamos allí, es bueno para todos. Canteli también confió en que "muy pronto se desarrollen las obras" y confió en que "Cultura estará pendiente de que se respete todo el patrimonio".

El regidor ovetense confió en que la rehabilitación de la fábrica sirva para que la capital del Principado "continúe creciendo". "No me canso de decir que quiero que Oviedo sea una ciudad dinámica y tractora de empleo, y creo que esta noticia nos ayuda a ir en esa dirección". "Parece que algo estamos haciendo bien", concluyó Canteli, "cuando grandes grupos inversores ven en nuestra ciudad una oportunidad de crecimiento y la eligen para desarrollarse".

En parecidos términos se pronunció ayer su segundo, el teniente de Alcalde y concejal de Urbanismo e Infraestructuras, Nacho Cuesta. "Nos congratulamos de que finalmente se haya materializado un acuerdo muy positivo para la ciudad", razonó, "que va a permitir recuperar un espacio emblemático y muy degradado tras años y años de abandono". Cuesta celebró el éxito de la negociación y la incorporación de Patxi Mangado al proyecto, un arquitecto, señaló, "con quien mantenemos muy buena sintonía derivada de su implicación en otro proyecto emblemático para Oviedo, el de las Torres de San Lázaro". El edil asumió un papel "facilitador" en las conversaciones entre EDP y Ginkgo y calificó como "proyecto enormemente ilusionante" actuar "en el nexo urbano entre nuestro pasado, el Casco Antiguo, y nuestro futuro, la Fábrica de la Vega". "Los inversores ven ahora en el Ayuntamiento un aliado y no un obstáculo", remató, "y nada puede suponer mayor acicate para continuar por la senda que nos hemos marcado desde el inicio del mandato".

Desde la oposición, PSOE y Somos lamentaron "la oportunidad perdida" de Canteli por no seguir el plan de compra por parte del municipio que había diseñado el anterior equipo de gobierno, con un compromiso de adquisición por 4,5 millones de euros. Somos anunció que estaría a la expectativa y dispuesto a luchar por la defensa del patrimonio. La asociación "Fábrica de gas e ideas", que lucha por la defensa del patrimonio industrial del recinto, también mostró "su preocupación" por la operación de Ginkgo. "A la espera de más información nos tememos que los intereses inmobiliarios primarán sobre cualquier otra consideración", lamentaron. Desde Vox, Cristina Coto aplaudió la operación "a la espera de conocer más detalles".

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