Marta Sánchez, emoción de jazz para un fin de ciclo

Noche de profunda carga emocional, compleja y densa, en el cierre del festival ovetense

Un instante de la actuación del «Marta Sánchez Quintet» en el teatro Filarmónica. | Miki López

Un instante de la actuación del «Marta Sánchez Quintet» en el teatro Filarmónica. | Miki López / Chus Neira

Chus Neira

Chus Neira

La pianista madrileño-neoyorquina Marta Sánchez y su quinteto despidieron ayer el ciclo de jazz de Oviedo con un concierto de profunda carga emocional, complejo, denso y de paso cambiante.

Fue un recital de gran jazz contemporáneo donde brillaron de forma especial, junto a las composiciones de la pianista, las improvisaciones del tenor Román Filiú y la batería desatada de Mark Whitfield jr.

El segundo saxo, el alto a cargo de Alex LoRe, ofreció diálogos excitantes y apoyos preciosos con las líneas de Filiú y el contrabajo de Rashaan Carter se soltó en un par de solos memorables.

La música de Marta Sánchez trabaja en planos emocionales que se traducen en melodías desencuadernadas pero sólidas en textura y con redes amplias, en las que el quinteto funciona como un todo cambiante y magnético. Ella, con fraseo delicado, sonido amplio y gusto por el tempo cambiado, estuvo especialmente inspirada en "Mariví", dedicada a su madre, fallecida durante la composición de este trabajo.

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