La titularidad privada de las fincas complica la recuperación del Naranco tras el incendio

El nuevo plan de empleo trabaja ya sobre el terreno para limpiar y fijar las parcelas de propiedad municipal, a los pies del Sagrado Corazón

Dos trabajadores del plan de empleo, ayer, limpiando zonas del monte junto al Sagrado Corazón. | Luisma Murias

Dos trabajadores del plan de empleo, ayer, limpiando zonas del monte junto al Sagrado Corazón. | Luisma Murias / Ch. Neira

Chus Neira

Chus Neira

Más de sesenta personas pertenecientes al último plan de empleo se afanan desde ayer, en lo alto del Naranco, en limpiar, regenerar y adecentar el monte. Su labor, sin embargo, no afectará en primera instancia a las zonas que ahora, después de la gran quema de las semanas pasadas, están más dañadas. Antonio Díaz, director de este proyecto, explicaba ayer, a pie de obra, que muchas de esas fincas, la mayoría, pertenecen a particulares, y que esa titularidad privada impide una actuación directa municipal si no hay un acuerdo previo.

La problemática de las fincas del Naranco que ahora complica su regeneración viene de atrás y está también en los motivos de la extensión del fuego. Muchas parcelas, de muchos propietarios, en algunos casos procedentes de herencias que han ido ocultando a los actuales titulares, tierras sin registrar, con problemas de titularidad... Esa es la casuística que cita el concejal de Urbanismo, Nacho Cuesta, y que en la práctica explica por qué hay tanto sotobosque abandonado.

En el anterior mandato hubo intentos de que algunos de esos terrenos pasaran a manos municipales. En concreto, se negoció con la empresa Imasa, propietaria de medio millón de metros cuadrados de terreno (52 hectáreas). Esos contactos, asegura Cuesta, han seguido ahora en estos últimos cuatro años. Varios grandes propietarios, algunos con hasta 90 hectáreas, muy cerca de la cima del monte, se han reunido con el Ayuntamiento varias veces con el objetivo de vender sus fincas. De momento, no obstante, no hay todavía un objetivo totalmente definido para convertir ese tipo de operaciones, matiza Cuesta, en «una prioridad». «Lo que se haga en ese sentido tiene ir anudado con esos estudios preparatorios, que es en lo que estamos ahora, relativos a la puesta en marcha del plan especial del Naranco, con Ramón Rañada y de la mano del Principado de Asturias».

Trabajadores del plan de empleo, ayer, en el Naranco. | Luisma Murias

Trabajadores del plan de empleo, ayer, en el Naranco. | Luisma Murias / Ch. Neira

De momento, las cuadrillas de trabajadores del plan de empleo volvieron ayer al monte para reconocer el terreno. En estas primeras jornadas de trabajo están empezando a inspeccionar las fincas donde se va a trabajar y también han comenzado labores básicas, pequeños desbroces.

En esta nueva tanda de actuaciones se actuará en tres parcelas distintas, en la explanada debajo del Sagrado Corazón, donde ayer empezaron las labores, cerca del Asturcón y en Cueto-Soviello, cerca de Cuyences. Ninguna de estas áreas se quemó en los incendios, pero sí algunas limítrofes. En el caso de que haya acuerdo con los propietarios, explica el responsable del plan, lo ideal es echar un poco protección para que la lluvia no arrastre las cenizas. El material del desbroce de las otras fincas es muy bueno para esos fines, también las balas de paja, materia orgánica que fije el terreno para que no haya escorrentía.

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