Los falsos avisos de bomba como el del HUCA, una "graciosada viral" que conlleva penas de cárcel

Una "graciosada" que puede salirle muy cara al bromista. El HUCA vivió anoche un falso aviso de bomba. A las 22.30 horas el 112 recibió una llamada alertando de la presencia de un artefacto explosivo en el centro hospitalario.

la Policía desalojó parcialmente el edificio y, con la ayuda de guías caninos, comprobaron que afortunadamente no había nada. Los agentes investigan ahora el origen de la llamada que, sospechan, puede guardar relación con algún tipo de reto viral. De ser así, advierten, el responsable se enfrentaría a penas que van desde los tres meses y un día al año de prisión.

Aunque no son nada nuevo -hace décadas ya se hacían en colegios, hospitales o juzgados, especialmente en los años de actividad de la banda terrorista ETA- las falsas amenazas de bomba parecen haberse viralizado. En el último mes, sin ir más lejos, se registraron avisos en un colegio de Rincón de Soto (La Rioja), en un instituto de Villajoyosa (Alicante) y en otro de Teror (Las Palmas), en un centro comercial de Murcia y en el aeropuerto de Tenerife Norte. Todos conllevaron un importante despliegue policial y el desalojo total o parcial de los edificios.

La Policía sospecha que detrás de la mayoría de ellos hay retos virales. En las redes sociales algunos usuarios vinculan las alarmas en centros educativos con el "influencer" asturiano Izanoviedo. Hace semanas, en un vídeo, afirmó que si "llamabas a la Policía diciendo que ibas a poner una bomba, lo desalojaban". "Y en España la gente comenzó a hacerlo", afirmó él mismo en un vídeo posterior, en el que asegura que recibió mensajes de alumnos que relacionaban los falsos avisos de bomba de sus centros educativos con los vídeos de este ovetense. "Era una broma, ¿cómo se os ocurre?", se defendía en la misma publicación.

Los agentes creen que detrás del falso aviso de bomba del HUCA también puede haber algo similar. La Policía ya investiga lo sucedido para tratar de dar con el autor, que se expone a una pena de tres meses y un día a un año o una multa de tres a dieciocho meses, que podría llegar al año de prisión si se prueba la concurrencia de agravantes.

Para remontarse al último suceso similar en la región hay que ir al 16 de septiembre de 2021, cuando se desalojó el Centro Cívico de Oviedo después de que alguien advirtiese en una llamada de que había una bomba en el parking. El aviso también conllevó un gran despliegue policial y el desalojo de los juzgados aunque, afortunadamente, todo quedó en el susto.

Suscríbete para seguir leyendo