Triunvirato coral para el Bueño más lírico

Una carpa, un escenario, focos bien brillantes, más de cien asientos y nervios, muchos nervios. Ese era el ambiente que se respiraba ayer en la Casa de las Artes de Bueño minutos antes de que comenzase el "I Encuentro Coral de Otoño", organizado por el Coro de Ferreros y en el que también participaron el Coro Minero de Turón y el Coro San Javier del barrio ovetense de La Tenderina. "Cuando organizas algo por primera vez siempre te surgen problemas de última hora y estás más nervioso de lo habitual porque no tienes experiencia, pero eso también tiene su parte buena, porque estás más concentrado y estamos muy contentos", explicaba el presidente de la agrupación de Ferreros, Víctor Tresguerres, que también dio una primicia: el año que viene el recital pasará a llamarse Encuentro Coral "Maestro Carlos Prieto". La actuación se realiza en la antigua residencia de los Prieto, edificio conocido como "el palacio". Hace quince días el chelista asturmexicano Carlos Prieto, perteneciente a esta familia, presentó aquí su último libro y autorizó a la organización para prestar su nombre a los encuentros.

Los encuentros, que cuentan con el patrocinio del Ayuntamiento de Ribera de Arriba y la colaboración de la Federación de Coros de Asturias (Fecora) y de LA NUEVA ESPAÑA, se celebraron en una gran carpa blanca instalada en el jardín de la Casa de la Cultura que se llenó hasta la bandera. El aforo, limitado a 120 personas, no fue suficiente para colmar la expectativa de público, superior a la esperada. Algunas personas tuvieron que quedarse de pie, otros, en el exterior, a las puertas de la carpa y algunos niños se sentaron en el suelo. "A ver si cantamos lo suficientemente alto, para que nos escuchen todos", era la preocupación del presidente de Ferreros ante el inesperado "no hay billetes".

Por su parte, el director del coro San Javier de Oviedo, José Miguel Lamalfa, se mostró encantado con la invitación para actuar y asegura que fue una "buena sorpresa". Al parecer, el Coro de Ferreros les debía una porque fueron a cantar el año pasado al Memorial "Virgilio Encina" de los ovetenses. Por lo tanto, cuenta saldada.

El espacio era totalmente nuevo para los de La Tenderina, que ultimaban ensayos en la Casa de las Artes, pero se mostraban seguros de hacer un buen encuentro coral y con ganas de cumplir con su compromiso. "Con los de Turón ya habíamos cantado, así que no venimos a un ambiente nuevo", puntualizaba Lamalfa sobre el Coro Minero, cuya directora es Irene Velasco, dándose el caso de que también es la guía del Coro de Ferreros.

"¡Tengo que hacer doblete!", exclamaba la guía, que se mostraba ilusionadísima y aseguraba que todo se había preparado con el "máximo cariño". "Va a ser muy bonito y muy variado, ya que las tres formaciones comparten su gusto por la canción pero la ejecutan de forma diferente".

Los primeros en actuar fueron los anfitriones, el Coro de Ferreros, doce voces y cinco canciones. La primera fue "Ansiedad", de Chelique Salabria, mientras los integrantes del Coro San Javier seguían el espectáculo desde las últimas filas de butacas. Los ovetenses interpretaron otras cinco, cerrando con "El Carbayón". Por último, el Coro Minero realizó su "show", hablando del pasado de Asturias y de la mina. Sus cuerdas vocales hicieron sonar "Si yo fuera picador" o "Santa Bárbara", entre otras. "Son historia con patas, mineros con toda la experiencia. Luego están sus voces, nos enamoran", afirmó Velasco. El fin de fiesta vendría con el himno de Asturias cantado a coro, nunca mejor dicho, entre los tres grupos.