El Principado reafirma que La Vega será "un espacio abierto al servicio de Oviedo"

Ch. N.

Que la Fábrica de Armas de La Vega se convierta en "un espacio abierto al servicio de Oviedo y de Asturias", que conserve al tiempo su identidad y que sirva para rediseñar la entrada a Oviedo y proteger mejor la iglesia prerrománica de San Julián de los Prados. Ese es el espíritu que el Principado sigue defendiendo ante el convenio que negocia con el Ayuntamiento y el gobierno central para desbloquear el futuro de la fábrica y que ayer defendió la vicepresidenta Gimena Llamedo en la Junta en su respuesta a las preguntas del grupo Foro.

El diputado Adrián Pumares, más allá del espíritu del convenio, quería saber qué medidas se estaban llevando a cabo para proteger el patrimonio de La Vega. En concreto, Pumares quiso saber, incluso, "cómo se va a proteger el conjunto palaciego de Alfonso II", una petición algo inusual en tanto que la existencia de restos de esa supuesta residencia de la monarquía asturiana es una hipótesis histórica que todavía no se ha confirmado, ni tampoco la existencia de estos restos.

Gimena Llamedo evitó entrar en esos detalles y ofreció una visión de conjunto sobre el proyecto, en la que defendió el trabajo del Principado, de la mano del Ayuntamiento y del gobierno central, ante "una ventana de oportunidad única para Oviedo". "Usted y yo", le dijo a Pumares, "queremos lo mismo, ocupar el espacio". Luego le explicó que se ha aumentado la protección patrimonial en el espacio y que se trata de un espacio estratégico en el que todo el mundo quiere avanzar sin destruir nada.