Un traje para ponerse en la piel de los mayores

Un equipamiento que simula las limitaciones propias de la tercera edad ayuda al personal sanitario a mejorar en empatía en su trabajo

Así es el 'traje de la vejez', el simulador que te pone en la piel de las personas mayores

David Cabo

Elena San Emeterio

Envejecer hasta los 80 años está al alcance de cualquiera con solo ponerse un traje. Puede parecer el inicio de una película de ciencia-ficción si no fuese porque esa es la función que cumple un nuevo equipamiento que forma parte de una investigación para medir el grado de empatía en los centros geriátricos. La peculiar "armadura" está compuesta por nueve piezas que van desde unas sandalias especiales hasta un enorme chaleco relleno de arena. También dispone de seis pares de gafas para simular las distintas patologías oculares. El traje forma parte de un estudio llevado a cabo por "El Observatorio Social" de la Fundación Caixa, y está siendo probado por profesionales de la salud para ponerse en el lugar los mayores.

"Es un traje de simulación de edad, que funciona añadiendo determinados pesos y determinadas limitaciones para las articulaciones, simulando ciertas edades e incluso patologías específicas", explica Fernando Martínez, uno de los coautores del estudio y director asistencial de cuidados, calidad y seguridad de la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar del Principado de Asturias. Que profesionales del sector sociosanitario mejoren su grado de empatía hacia las personas mayores es de destacada importancia para todos los actores que intervienen en el proceso de cuidado. "Ejercitar la empatía de los profesionales de la salud mejora los datos clínicos y repercute en su bienestar físico, social y emocional del mayor. Por su parte, en los trabajadores del sector del cuidado se ha demostrado que un aumento de la empatía viene acompañado de la reducción de los niveles de ansiedad, depresión, hostilidad, así como un aumento en la satisfacción y una mejora del autoconcepto del mayor", reza el estudio.

En esta investigación también ha participado María del Rosario Pontón, profesional sanitaria con varios años de experiencia, que destaca la importancia de comprender a los mayores y el poder ponerse "en sus zapatos". "De repente te echas 35 años a la espalda", relata. "Si bien es cierto que el envejecimiento es progresivo, ayuda a entender por qué en ocasiones nos parece que nuestros mayores se complican más de lo necesario. Y, claro, te pones a hacer tareas cotidianas como comer o sentarse en la taza del váter con el traje y te das cuenta de que a veces no hay otra manera de hacerlo, con el peso, lo mal que se ve y se escucha... de verdad que es muy difícil", concluye.

El traje de simulación de edad proporciona una experiencia única, que permite experimentar las limitaciones asociadas al envejecimiento. Es por eso que los participantes que se enfundaron esta particular vestimenta mejoraron las habilidades empáticas globales un 14,5% con respecto a los profesionales que solo recibieron la formación teórica. "Se trataba de ponerte en la piel del otro y hacerlo pudiendo vivir cuáles son las dificultades que tienen las personas mayores a la hora de hacer las actividades de la vida diaria. Un objetivo que creo se ha conseguido, así que ahora solo queda seguir formando y concienciando a los profesionales en este ámbito", expone Martínez.

Cada traje completo tiene un coste en torno a los 3.000 euros. Por lo que la idea de la Consejería es seguir extendiendo su uso entre más profesionales sanitarios de la región.

Suscríbete para seguir leyendo