La Catedral, en vuelo psicodélico, con las imágenes del templo tomadas por el dron de Iñaki Terán

El videógrafo, tras 420 horas de trabajo invertidas en el proyecto de retratar la Sancta Ovetensis, revela un universo de vistas cenitales, simetría y fractales

«Psicodelia» es un término formado a partir de las palabras griegas que se corresponden con «alma» y «manifestar». No es extraño, pues, que un lugar de culto religioso regale imágenes que se acuerden con ese significado. Así ha ocurrido en la Sancta Ovetensis, la Catedral de Oviedo, gracias al trabajo realizado el año pasado por el ingeniero ovetense Iñaki Terán. El videógrafo, tras 420 horas de trabajo invertidas en el proyecto de retratar el templo ovetense a vista de dron, revela unas impactantes imágenes plagadas de color, simetría, detalles e, incluso, algún fractal producto de perspectivas inéditas de las vidrieras y arcos de la arquitectura gótica.

Las imágenes están tomadas desde la altura. Algunas dejan a la vista de los ojos las partes más elevadas del complejo catedralicio. Se pueden observar particularidades imposibles de atisbar desde el suelo, como la confluencia milimétrica de los arcos desde cualquier punto de vista o la tracería flamígera, característica del gótico. Destacan la diversidad en el colorido de las vidrieras, la colocación de los cristales, los motivos que dibujan o la entrada de la luz. El juego de ángulos muestra cómo se entrecruzan los rayos de sol que penetran en la Catedral. El grado de definición, altísimo, haría dudar a cualquiera de que estuviesen recreados digitalmente.

Abundan también las perspectivas cenitales desde la cúspide de varios lugares, como el campanario, que se deja ver por encima de los traveseros. El recoveco donde se adentró el dron para captar la instantánea revela el estado de conservación de las vigas y revela algunos arreglos que quedan ocultos al estar en la parte superior de las mismas. Dentro de este grupo figuran las estampas más psicodélicas. La fotografía tomada desde la aguja de la torre de la Catedral, con sus arcos ojivales y tracería, dibuja una flor de ocho puntas, parecida a una margarita, perfectamente simétrica e inimaginada, podría pensarse, por el arquitecto en el momento de la construcción. Otra realizada desde el crucero –la intersección entre la nave principal y la que la cruza, creando la planta con forma de cruz latina– esboza una especie de trébol de cuatro hojas donde los arcos terminan replicándose en diversos fractales.

También existen algunas asociadas a una técnica llamada «planet» o fotografía esférica. La materia prima es una imagen panorámica que, tras el tratamiento correspondiente, termina reflejando una especie de pequeño planeta. Es el caso del impactante retrato del claustro de la Catedral, que queda rodeado por un marco de nubes.

El material recopilado por Iñaki Terán se integra en un proyecto que desarrolló para el complejo catedralicio de Oviedo y que tenía, como fin último, la creación de visitas virtuales al templo. Las presentaciones interactivas deben disfrutarse, para una inmersión máxima, con unas gafas de realidad virtual. Además de las fotografías y la visita virtual, el videógrafo elaboró veinticuatro vídeos en una calidad de 4K de todas las estancias de la Sancta Ovetensis.

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