Tradición y cocina moderna casan bien en el Campeonato de Pinchos de Oviedo

Con apuestas tanto por la carne como por el pescado, los carbayones se deleitan con las variadas propuestas "en miniatura" de los restaurantes

Nuria Menéndez sirve a Coral Baños en La Leyenda del Gallo.

Nuria Menéndez sirve a Coral Baños en La Leyenda del Gallo. / Analía Pello

Los ovetenses ya se han enterado de que el Campeonato de Pinchos está en marcha y aprovecharon el mediodía del sábado para ponerse el traje de jueces culinarios. Entre los 30 restaurantes que participan, la oferta es amplia y para hacerse con el título, hay quien apuesta por la carne y quien apuesta por el pescado. Aunque todos los cocineros tienen algo en común: intentan combinar la tradición asturiana con la cocina moderna en formato "de miniatura". El concurso, en el que LA NUEVA ESPAÑA es medio oficial, se prolongará hasta el domingo 21 de abril. La gran final será el martes 23 de abril en el centro de formación que la patronal hostelera (Otea) tiene en Olloniego y medirá a las diez mejores propuestas para el jurado.

Julio Bárcena, en el Bodegón de Teatinos.

Julio Bárcena, en el Bodegón de Teatinos. / LNE

La mayoría de establecimientos participantes se encuentran en el centro y el casco antiguo de la ciudad, aunque hay alguna excepción que concursa desde los barrios. Es el caso de El Bodegón de Teatinos con su "Tentación", un pincho compuesto por cremoso de patata con una brocheta de pulpo a la brasa por encima e hilos de chile picante. El bocado encanta a los clientes. "El contraste de sabores es muy bueno", dicen desde la barra del local. Su cocinero, Julio Bárcena, apostó el año pasado por el bacalao, aunque parece que el pulpo está teniendo más éxito. "Llama más la atención", explica el chef.

Donde sí se mantienen fieles al bacalao es en El Tizón. Despachan barios ejemplares de su "Bocadito de Bacalao al Tizón", hecho de patatas panadera, bacalao braseado con toque de horno, pimientos del piquillo y pil pil. Es el primer pincho del concurso que prueba Eduardo Sánchez, que le da "una nota alta" mientras arrebaña el pequeño plato. Nani Barreiro, del restaurante, señala que el pincho "trata de transformar en una tapa de bocado uno platos más emblemático". El bacalao es un buque insignia de su establecimiento y lo llevan preparando de la misma forma desde hace más de 30 años. 

Nani Barreiro, en El Tizón.

Nani Barreiro, en El Tizón. / Analía Pello

La apuesta es distinta en La Leyenda del Gallo. Su "Canto del Gallo" destaca por su presentación, que llama la atención de una emocionada Coral Baños cuando lo recibe de manos de Nuria Menéndez. En un vaso, garbanzos, crema de sésamo, pimentón dulce, pimentón picante, vino blanco, semillas de sésamo, aceite de oliva, pimienta, sal, limón, perejil, ajo y comino. Por encima, cuelgan unas brochetas de pollo con semillas de sésamo que hay que mojar en la salsa. La ideóloga del pincho fue la cocinera Marta Guaman.

Pinchos del restaurante Doña Concha.

Pinchos del restaurante Doña Concha. / Analía Pello

Ana Argüelles, chef del restaurante Doña Concha, pone toda la carne en el asador con su "Costilla asturcelta abuñuelada". Sus ingredientes son costilla de cerdo, cacahuete, soja, leche de coco, curry, mantequilla, huevo y harina y la cocinera explica a sus clientes que hay que mancharse las manos y comérselo de un bocado. "Sin rompernos la cabeza, le damos un giro a la receta del buñuelo con el toque de locura que caracteriza a nuestro restaurante", recalca.