El asedio a Oviedo y las comunicaciones

La relación de la capital con el resto de la provincia durante la Guerra

Pedro Rodríguez Cortés

Pedro Rodríguez Cortés

El asedio soportado durante la guerra civil por la capital asturiana convirtió a Oviedo en una isla dentro de la provincia, durante 15 meses, con la excepción de parte de la zona occidental de la región. Desde el principio del conflicto quedaron suprimidas las comunicaciones postales, ferroviarias y el transporte por carretera con el resto de España y de la región. La primera carta recibida en Oviedo desde que estalló la guerra procedió de Boñar (León), el 20 de septiembre de 1936, transportada por un avión de la Comandancia Militar de la base de León. La suscribían un grupo de alleranos de Collanzo (Aller) incluido el alcalde de Aller, al sorprenderles la guerra de veraneo en la villa leonesa. La primera crónica de un colaborador de prensa se recibió en el diario "Región" desde Castropol el 31 de octubre de 1936.

Las comunicaciones ferroviarias. Resultaba curiosa la distribución territorial de ocupación de los ejércitos de los llamados "nacionales" o "rojos" para establecer el mapa de las nuevas comunicaciones impuestas por la guerra. En la provincia de León las zonas limítrofes con la cordillera asturleonesa estaban ocupadas por las fuerzas republicanas, a excepción del puerto de Leitariegos y así la vía de comunicación de Renfe de León arrancaba en Pola de Gordón hasta Soto de Rey (Ribera de Arriba). Soto de Rey ya había tenido protagonismo los primeros días de la guerra al ser punto de encuentro entre el convoy de Oviedo y el tren procedente de la zona del Nalón, para confluir en el famoso tren minero hacia Madrid frustrado su destino en Zamora, al conocerse la decisión de Aranda de rebelarse contra la República.

Los trenes de Renfe de Gijón por su parte, llegaban hasta Lugones, divisoria del frente con Oviedo, y en los ferrocarriles Económicos y el Vasco Asturiano hubo suspensión frecuente de servicios durante la guerra debido a los bombardeos, orientados generalmente, a la destrucción de las vías de comunicación de carreteras y vías férreas. Por ejemplo, la carretera al puerto de San Isidro se reabrió el 6 de julio de 1938 y la de Pajares el 28 de febrero de 1939, a falta sólo de un mes para terminar la guerra. Al no poder entrar en Oviedo a sus estaciones férreas de fin de trayecto, el tren de Santander llegaba a Colloto y el del Vasco de San Esteban de Pravia y Collanzo a Fuso la Reina

Líneas regulares de viajeros. Como dato histórico de las comunicaciones por carretera en la región, la primer línea de viajeros en Asturias fue la de San Esteban de Pravia-Vegadeo. San Esteban de Pravia en las primeras décadas del pasado siglo, fue una de las villas más prósperas de la provincia. La comunicación con Oviedo por el Vasco-Asturiano, la citada línea con Vegadeo y otras que posteriormente se incorporarían como a Luarca, Cangas de Narcea, o Tineo, fomentarían la puesta en marcha de numerosos hoteles, pensiones, restaurantes o bares.

Una línea de viajeros veterana desde Oviedo al Alto Nalón era la de "El Carbonero", fundada a finales de los años 20. Su trayecto tradicional durante la guerra en Asturias era desde Caso a través de Tudela Veguín hasta San Esteban de las Cruces. Durante el asedio se implantó una nueva ruta hasta Colloto.

Sorprende por la fecha, 10-11-1936, en pleno asedio de la capital, la inauguración de la línea de viajeros Oviedo-Grado a través del "Pasillo del Escamplero", sometida a bombardeos y obuses. La mayoría de las líneas de viajeros por carretera desde Oviedo al resto de la provincia se recuperaron en los años 1940 y 1941. En septiembre de 1941 el Alsa entre Oviedo-Gijón sólo disponía de un servicio diario de ida y vuelta.

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