El presidente del Oviedo, Jorge Menéndez Vallina, considera que haber construido el Carlos Tartiere en la zona en la que está fue un "dislate" porque en el terreno había antes una cantera de arcilla y una tejera, circunstancias que impide el buen drenaje del césped. "El problema parece tan obvio que no entiendo cómo un proyectista de una obra de este calado y un jefe de obra pudieron firmar en su día semejante dislate", escribió el pasado sábado en su cuenta de Instagram. El estadio fue impulsado bajo el mandato de Gabino de Lorenzo (PP) a finales de los Noventa. Vallina fue concejal por el PP entre los años 2011 y 2013. "La responsabilidad política de quién fuera, aquí hay para todos", apuntilló en una respuesta posterior.

El presidente azul aseguró que "hasta que no se haga una reforma en profundidad no hacemos vida de este césped" y mostró una foto de los materiales que hay debajo de la hierba, donde predomina la arcilla.