Domingo 24 de mayo de 2015. 15.30 horas, rampa del Carlos Tartiere. Aficionados del Oviedo esperan al autocar del equipo para brindarle un recibimiento preparado durante la semana. Es el primer partido de la promoción de ascenso a Segunda y la tensión es latente. Todo estaba hablado y pactado. De repente,y contra todo pronóstico, el dispositivo de seguridad de la policía permite que, en esa zona, aparezcan más de 500 aficionados cadistas ante el estupor general. Dos aficiones en el mismo sitio y a la misma hora en un partido calificado de alto riesgo. Pese al peligroso contexto, nadie es capaz de evitar esa fatal coincidencia. La cosa acabó en lío sonado entre las dos aficiones.

Martes, 29 de julio de 2015. Una veintena larga de ultras del Atlético, sección Suburbios, fácilmente reconocible por su estética radical, campan libremente por la ciudad. Pasan varias horas delante del cuartel de la comisaría de la policía en los momentos previos al partido que ese día, pleno verano, disputan Oviedo y Atlético. Los ultras del Atlético no se ocultan y, según coinciden varias fuentes y se aprecia en varias fotos y vídeos de aquella jornada, el Oviedo avisa a la Policía de su presencia en la ciudad. Nadie, sin embargo, les escolta ni les obliga a identificarse. La historia acaba en lo ya conocido: un enfrentamiento con 80 implicados y el grito de alcance mediático: "Sin cuchillos, solo puños".

Cuando ocurren episodios violentos en el fútbol como los descritos, en la diana aparece primeramente (e inevitablemente) la policía, que es la encargada de evitarlos. En Oviedo, el máximo responsable de impedir enfrentamientos de este calibre se llama Juan Luis García Ampudia, el coordinador de seguridad policial en Oviedo, el inspector que ayer incendió al oviedismo con un informe en el que acusaba al club de "apoyar la incitación a la violencia". El texto, dirigido a la directiva azul y al actual responsable de seguridad del club, José Ramón Álvarez-Sala Sánchez, indignó tanto a la entidad carbayona como a su afición, que se desmarcaron de las "acusaciones" que contiene el documento.

Ampudia lleva varias temporadas en el puesto y en su debe, según varias fuentes consultadas, aparecen no sólo los incidentes descritos con aficionados del Cádiz o Atlético sino otros como el día en que se advirtieron por Oviedo a un grupo de seguidores radicales del Rayo Vallecano (Bukaneros) sin entrada, o la vez en que se procedió a identificar forzosamente a aficionados azules congregados, con permiso y con previo aviso, en la rampa del Tartiere en el último partido contra el Cádiz (marzo de 2017).

La tarea de controlar a las aficiones rivales y evitar incidentes no es fácil, pero lo cierto es que el inspector Ampudia está, desde antes del informe de ayer, en la diana de varios sectores azules. Hubo domingos en Oviedo durante estos últimos años en los que se vio por la ciudad a distintos grupos de radicales sin ningún tipo de escolta policial, como el día del partido del Alavés de hace dos temporadas (enero 2016), que fue el propio Oviedo (como en otras ocasiones) quien tuvo que avisar al inspector de la presencia de los hinchas vascos en el barrio de La Florida, próximo al estadio.

La Asociación de Peñas Azules del Real Oviedo (APARO) mantiene una relación casi inexistente con Ampudia a pesar de que los peñistas colaboran con el responsable de seguridad del club, a quien le notifican cuantos viajes y planes conocen. Una de las pruebas es que la pasada temporada, mismamente, la Policía neutralizó en Pola de Lena a 40 hinchas del Elche (de la peña Jove Elx) cuando pretendían llegar al Carlos Tartiere a ver el Oviedo-Elche disputado en el mes de enero.

En el Oviedo acogieron ayer con asombro e indignación el informe firmado por Ampudia, con quien ya ha tenido varias tensiones a lo largo de estos años, sobre todo a raíz de lo sucedido con los conocidos como "155 de Cádiz", el grupo de aficionados que se quedó a las puertas del Carranza el día del ascenso a Segunda. Cuentan que, ese día, el inspector llegó a proponer una multa al propio Oviedo por (supuestamente) llegar tarde al estadio en autobús, lo que también habría causado malestar en el seno del club carbayón que, ayer, explotó con una queja en la que se desmarca de todo lo que firma el inspector Juan Manuel García Ampudia en un informe que incendió a la comunidad azul.