Hay algo que, en este inicio de Liga, al menos de puertas para afuera, plantilla y cuerpo técnico del Oviedo parecen tener muy claro: la hoja de ruta es la correcta, aunque los resultados no hayan llegado de la forma adecuada y el equipo funcione de forma diferente a años anteriores, mostrándose fuerte fuera y vulnerable en el Tartiere, donde todavía no ha ganado. Aunque el entrenador del Oviedo, Juan Antonio Anquela, se mostró bastante alterado semanas anteriores, el jienense, en lo deportivo, se marchó satisfecho del papel del equipo en la derrota en Alcorcón (2-0) y seguirá apostando por el mismo guión, que no se separa ni un ápice de lo planteado en pretemporada: ser protagonistas, priorizar el centro del campo y salir a mandar en los partidos, aunque aún no se hayan recogido los frutos del trabajo.

Una faceta, el control de juego, en la que el Oviedo progresa, pero que no tiene consecuencia en los marcadores. Y es que los azules calcan el inicio del año pasado: mismos puntos (9) y mismos resultados (2 victorias, 3 empates y 2 derrotas). La diferencia notable es que la apuesta por el buen trato de balón aparece sólo en los datos de posesión. De momento, el Oviedo, amasa el dominio, con una media de 51,51% en siete partidos. El año pasado, el porcentaje fue inferior, sin llegar a la mitad, quedándose en un 44,64%. Aún, así, las victorias oviedistas aparecen cuando el equipo tiene menos el cuero (en Córdoba lo tuvo el 35,9% y ante el Lugo el 42,6%). El resto de encuentros, el Oviedo no ganó, pero tuvo más el balón que su rival (hasta en el 0-4 que le endosó el Zaragoza, con casi el 60% de los pases).

Ayer, en el ensayo del Oviedo ante el Covadonga, de Tercera División (1-1), el técnico dejó claro que no habrá cambios sensibles (menos los obligados por lesión) de cara al encuentro del domingo ante el Albacete en el Tartiere (16.00 horas). Ni de nombres ni de forma. Si acaso, la única duda surge en el centro del campo con Boateng, que se cayó del once en la derrota ante el Alcorcón y el domingo (16.00 horas), se disputará un puesto con Javi Muñoz. Anquela insistió ayer mucho a sus jugadores en la importancia de asegurar pases y tratar bien el balón para superar la presión contraria. El amistoso de ayer en El Requexón fue una buena oportunidad para ver a los canteranos del Oviedo, de los que necesariamente Anquela, ante las bajas, tendrá que tirar para completar la convocatoria ante el Albacete. El Oviedo formó con dos onces distintos. Empezaron Champagne; Diegui, Forlín, Javi Hernández, Jero; Folch, Borja Sánchez, Tejera; Sandoval, Bárcenas y Aarón.

Para el segundo tramo Anquela repitió con Champagne (Alfonso no disputó un minuto) y los jugadores de campo fueron: Mier, Christian Fernández, Josín, Mossa; Jimmy, Muñoz, Boateng; Aarón, Berjón y Joselu. Destacaron Borja, que dio una asistencia de quilates a Aarón, y Javi Hernández, muy seguro en el centro de la defensa. Josín, la otra alternativa como central, tuvo mala fortuna y se escurrió en la jugada que acabó en el tanto del Covadonga, obra de Diego. Estuvo muy atinado Champagne, que evitó la derrota del Oviedo en una estirada en los minutos finales.