El "superviviente" del Oviedo que ha visto pasar a siete entrenadores y más de 100 jugadores

El entrenador de porteros es el integrante del cuerpo técnico con más años en el club

Segura, a la izquierda, junto a Montoro y a Tomeu, en El Requexón. | Irma Collín

Segura, a la izquierda, junto a Montoro y a Tomeu, en El Requexón. | Irma Collín / X. Fernández

Han pasado dos máximos accionistas, dos presidentes, siete entrenadores, dos directores generales y más de cien jugadores. Siete largas temporadas y él sigue al pie del cañón. El madrileño Sergio Segura, exjugador del Oviedo, puede presumir de ser el integrante del cuerpo técnico más longevo.

Ocupa el puesto de entrenador de porteros de los azules, a menudo una función silenciosa, desde el año 2016, cuando Fernando Hierro llegó al primer equipo. Segura, que estaba en la cantera, llegó fruto del destino tras la salida de Xavi Valero, que llegó de la mano de Hierro pero dejó el Oviedo tras pocas semanas para embarcarse en una aventura en el extranjero. El club ascendió a Segura, "de momento", según dijo, para dirigir a los porteros. El momento se extendió durante casi una década, ya que Segura está a punto de empezar la octava temporada. Por su tutelaje han pasado nueve guardametas.

En el vestuario alguno le apoda cariñosamente el "superviviente". En la entidad valoran de él su discrección y capacidad de adaptación. Tras Hierro llegó Anquela, que lo conocía de su etapa en el Alcorcón. Luego fueron otros tantos. El penúltimo fue Bolo, excompañero de Segura en el Rayo. Ahora está Cervera, que lo apoda "Segu". Desde hace varios años, también es el responsable del balón parado. "Le gusta desde hace años grabar entrenamientos de los porteros y se preocupa de ver imágenes con ellos después de los partido. Ahora lo hace todo el mundo pero cuando empezó no era tan habitual", explica una persona que trabajó con Segura. "Es muy barato para el club y se adapta a lo que le pidan. El día de mañana si tuviese que hacer cantera, como le tocó en sus inicios, no tendría problema", recalca esta fuente, conocedora de los entresijos del Oviedo.

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