Perfil de Schiappacasse: un delantero que iba para figura y que quiere ser feliz en el Oviedo

Pachuca confía en el joven ariete uruguayo, por el que el Atlético pagó 1,5 millones | "Le puede venir bien a Cervera", dice Iriondo, que le entrenó

Schiappacasse, con Peñarol. |

Schiappacasse, con Peñarol. | / Xuan Fernández

Para entender el movimiento del Oviedo por el cual el joven ariete Nicolás Schiappacasse (Montevideo, Uruguay, 1999) pasará a estar a prueba en el equipo de Cervera hay que trasladarse a Pachuca (México). Desde ahí, Jesús Martínez pasa horas y horas buscando diferentes opciones para los cuatro equipos del Grupo: Pachuca, León, Everton y Oviedo. Con el conjunto azul, el único europeo de Pachuca, hay una diferencia respecto a los conjuntos mexicanos: los directivos en la ciudad tienen libertad. Martínez consulta y propone, consciente de que el mercado español no es el azteca.

Pero todo puede cambiar si al dueño del Oviedo, hombre de fútbol y obseso del mercado, atento a este y a aquel jugador, se le pone a tiro una oportunidad. Algo así sucedió con el joven Schiappacasse, otrora un diamante en bruto que se fue torciendo tras ser reclutado hace años por el Atlético de Madrid y que ahora quiere demostrar que es capaz de triunfar en Europa.

Martínez tenía buenas referencias del atacante y conocimiento de su entorno. No dudó y lo reclutó para Pachuca procedente de La Luz, un humilde equipo uruguayo con el que Schiappacasse anotó 9 tantos en el último curso. Con varias posibilidades abiertas (quedarse en el Oviedo o jugar en otro conjunto de Martínez), una certeza: sobre el papel, el delantero tiene las características que está demandando Cervera para la delantera. Velocidad, gol y desborde. La gestión fue rápida y a Schiappacasse se le espera en El Requexón en los próximos días. Estará a prueba y será el técnico azul y el club quienes decidan su futuro. ¿Qué esperar de Schiappacasse? Varias personas consultadas para este reportaje coinciden en elevar las capacidades futbolísticas de este delantero, que suele jugar de segundo punta, aunque puede acoplarse prácticamente a cualquier posición del ataque.

Únicamente se pone un pero, según quienes le siguen: en los últimos años le costó adaptarse y centrarse en el fútbol. En todo caso, personas que le conocen recalcan su compromiso renovado por volver a sentirse un jugador importante. "Está más que centrado en la pelota", explica Edgardo Lasalvia, su agente. Pachuca confía en sus capacidades y quiere ver si podría ser una pieza a tener en cuenta en el Oviedo de Cervera.

Schiappacasse, factor a tener en cuenta, conoce de pasada la Segunda División. Jugó cedido por el Atlético de Madrid en el Rayo Majadahonda en la primera parte de la temporada 2018/2019. "Yo no lo conocía de nada, pero apuntaba maneras. Era rápido y tenía desborde, pero tenía solo 19 años y estaba por hacer. Tendía mucho a la individualidad, pero le puede venir muy bien al fútbol de Cervera", explica Antonio Iriondo, entrenador del Atlético Sanluqueño, que fue su técnico en el Rayo Majadahonda. La historia de Schiappacasse es la de un joven que muy pronto dio el salto a Europa y que iba para figura. Formado en el River Plate, el Atlético se fijó en él cuando solo tenía quince años y posteriormente lo fichó por un millón y medio de euros en 2016. Se entrenó varias veces a las órdenes del Cholo Simeone, pero nunca tuvo continuidad e hizo sus pinitos en el filial. A partir de ahí, empezó a acumular cesiones. A saber: Majadahonda, Parma, Famaliçao (el conjunto donde jugó Colombatto) y Sassuolo italiano, que se hizo con sus derechos.

En 2021 regresó a Uruguay para jugar en Peñarol y ahí su carrera dio un bajón. Primero, una grave lesión de rodilla. Después, un episodio extradeportivo que cambiaría todo: fue detenido en Maldonado por llevar una pistola de manera ilegal cuando iba a acudir a un partido del Peñarol. Le condenaron a 14 meses de prisión. Estuvo dos en la cárcel y el resto pudo cumplirlo en prisión domiciliaria, con permiso para entrenar.

Entonces, cuando todo iba mal, se cruzó en su vida Edgardo Lasalvia, un conocido representante uruguayo que además es el dueño del Miramar, un conjunto humilde de la segunda uruguaya. Lasalvia volvió a darle una oportunidad en ese equipo, que le sirvió a Schiappacasse para recuperar moral. En varias ocasiones, el futuro jugador azul mostró su arrepentimiento y dijo que lo sucedido le había hecho reflexionar y cambiar. "Nicolás es un ser humano nuevo después de aquel episodio, está muy maduro y tiene muchas ganas de triunfar", explica Lasalvia, que da claves de su llegada al Oviedo. "Nos convenció mucho la insistencia y la sinceridad de Pachuca y a Nico le seduce mucho la idea de sentirse bien en el Oviedo. Está muy centrado y preparado", recalca el representante de, quien sabe, un nuevo "9" azul.

El Oviedo mantiene los contactos con Garcés. El club, independientemente de la llegada de Schiappacasse , sigue trabajando en el fichaje de Garcés, una petición de Cervera. El club está en conversaciones con el Atlético de Madrid, propietario de sus derechos.

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