La opinión de Xuan Fernández: La búsqueda eterna de la ciudad deportiva del Oviedo

Recapitulemos: el Asturcón, un terreno en Siero anexo al Parque Principado, la ampliación de El Requexón, una parcela de San Claudio, Latores, La Manjoya...Y alguna otra ubicación que nunca salió a la luz. La operación de la ciudad deportiva del Oviedo es la historia de un eterno parto que lleva casi una década pasando por altos y bajos para quedar donde estaba: en la casilla de salida. También es la del primer gran gatillazo de la gestión de Pachuca, que hasta ahora ha sido más que positiva, con un nivel de implicación y de apuesta por el club que están fuera de toda duda. Ahora el foco está en una finca de la Manjoya, la favorita.

Pero en la construcción de un futuro recinto, que sea la casa del oviedismo, que albergue a las futuras promesas y que suponga una palanca económica para tener más recursos, hasta ahora florecen más dudas que certezas. A los diferentes directivos del club, desde Carso a Pachuca, ya no les falta parcela alguna por inspeccionar en Oviedo y sus alrededores. Es la búsqueda del Santo Grial.

Recuerden que incluso Fernando Hierro visitó El Asturcón, en los primeros tiempos del conglomerado de Carlos Slim. Aquellos eran los tiempos en los que parecía que el Oviedo se comería el mundo nada más regresar del barro. Quizá todo fue demasiado rápido. Hoy y ahora, Martín Peláez y Agustín Lleida andan de aquí para allá buscando cerrar una operación tras la mala experiencia con Latores, descartada tras un año de negociaciones. ¿Qué pasó realmente ahí? El Oviedo todavía tiene pendiente una explicación detallada sobre esa cancelación, que dio para todo tipo de interpretaciones.

Varias voces apuntaron al equipo de gobierno de la ciudad, con Alfredo Canteli al frente, y los farragosos plazos urbanísticos, que serían los motivos principales del chasco. Conviene aclarar varios puntos. 1. Fue el Oviedo y nadie más quien anunció la operación y organizó el acto de presentación. 2. Fue el Oviedo y nadie más el que negoció durante meses con el grupo Herce, firmando incluso un documento de intenciones y pactando el montante económico. 3. Fue el Oviedo y nadie más el que, en su pleno derecho, en defensa de sus intereses, metió Latores en el congelador y abrió el abanico a otras opciones. En el debe del Ayuntamiento hay un largo listado de asuntos relacionados con el Oviedo. A saber: unos mejores accesos –tras innumerables promesas– que permitan que el estadio sea más atractivo para los aficionados, lo que aumentaría los ingresos; obras en el Tartiere, que tiene 24 años, pero parece un anciano y en general mucha más implicación y menos palabras con el campo, de propiedad municipal.

Pero en la lista de tareas pendiente no está la ciudad deportiva, un proyecto privado del club, que corresponda al Oviedo. Jesús Martínez está decidido a apostar por un nuevo recinto, a imagen y semejanza de sus equipos en México, pero en España las gestiones son más complicadas. El trasfondo del asunto es más sencillo de lo que parece: es una cuestión económica. El Oviedo es deficitario en Segunda División y la ciudad deportiva requiere una inversión de al menos 10 millones de euros en una primera fase. El club azul lleva semanas explorando vías financiación. Todo daría un giro si hubiese un ascenso a Primera. Si hay bingo el club ingresaría una millonada de golpe y no habría debate ninguno porque tendría el colchón suficiente como para afrontar una inversión de este tipo. Mientras tanto, toca negociar. Y seguir con la eterna espera.

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