La educación del futuro llega a bordo de un camión amarillo de patatas fritas: así es el proyecto de un maestro sierense para difundir las nuevas tecnologías

Diego Pastrana y su socio Pelayo Melón preparan un plan para llevar drones, robótica o impresoras en 3D a colegios de toda la región con poco presupuesto

Por la izquierda,  Pelayo Melón y Diego Pastrana, con el camión que están preparando para llevar las nuevas tecnologías a todos los colegios

Por la izquierda, Pelayo Melón y Diego Pastrana, con el camión que están preparando para llevar las nuevas tecnologías a todos los colegios / R. L. P.

Paradoja de los tiempos: la educación del futuro viaja por carretera a bordo de un camión de patatas fritas. El maestro poleso Diego Pastrana se ha propuesto, junto a su socio Pelayo Melón, llevar las nuevas tecnologías en el ámbito de las aulas a aquellas localidades donde hay menos niños, o donde los presupuestos de los colegios son tan ajustados que no permiten contar con herramientas que son moneda corriente en otros centros. Y para ello se les ha ocurrido montar un laboratorio en un viejo vehículo de reparto de patatas. Un camión amarillo que, en cuanto esté adaptado, se convertirá en una herramienta tecnológica lista para formar a los escolares de los entornos menos favorecidos. 

El vehículo albergará útiles de última generación: "Estamos equipándolo a tope. Pensamos llevar una cortadora láser, una impresora en tres dimensiones, ordenadores, material de robótica, táblets, gafas de realidad virtual y drones", enumera Pastrana. Con la intención de que "todos los niños, estén en el colegio que estén, puedan tener acceso a estas tecnologías". 

El sierense desarrolla su labor docente en el colegio Hermanos Arregui, de la Pola, y hace unos años montó su propia empresa de servicios educativos. Por el camino se topó con Pelayo Melón, también con proyectos en este ámbito, y juntos decidieron poner en marcha una nueva empresa conjunta, "Aulas del Futuro". Con ella "apostamos por potenciar el uso de las metodologías activas en el desarrollo de las competencias del alumnado", explica Pastrana. Y para ello "queremos explotar las posibilidades que nos ofrecen las tecnologías digitales y los espacios disponibles en los centros educativos", ofreciendo a los colegios un espacio demostrativo en Oviedo en el que muestran todo el material de que disponen y las actividades que desarrollan. 

¿Cuál es el problema? "Muchas veces vemos que hay coles muy pequeños que no tienen dinero para organizar actividades o comprar material; nos piden que les preparemos talleres pero en ocasiones sólo el desplazamiento se lleva todo el presupuesto del que disponen", indica el maestro. Y a ello se añade una realidad destapada por la pandemia, y que ellos mismos pudieron constatar. Muchas familias no tienen recursos tecnológicos en casa, y hay zonas rurales a las que apenas llega la señal de Internet. "Durante el confinamiento repartimos routers y tablets por toda la región, porque somos suministradores de material, y nos dimos cuenta de las condiciones de muchas áreas alejadas", relata Pastrana. Si a ello se añade que "falta formación específica de los docentes en las habilidades STEAM" y que "la programación de los centros está muy cerrada en torno a los contenidos curriculares", se cuece el caldo de cultivo perfecto para el desarrollo de una educación en nuevas tecnologías muy desigual, en función de la ubicación del colegio y del municipio en el que se encuentre. 

Así, decidieron ponerse manos a la obra y, si Mahoma no va a la montaña, la montaña se encamina a Mahoma. Con espíritu de integración y un punto de aventura se han lanzado a transformar un viejo camión amarillo, de los que llevan suministros de snacks a bares y tiendas de chucherías, en una especie de burbuja de las maravillas que ofrece la tecnología. Ellos mismos lo conducirán y se desplazarán allá donde sean requeridos para preparar talleres y mostrar a los pequeños el manejo de estas herramientas. "Que aprendan a programar, a volar un dron programado por ellos, que vean cómo funcionan todos estos recursos" es el objetivo que se marcan. Para que la distancia o el entorno no sean ningún impedimento a la hora de aprender en igualdad de condiciones. 

Por ahora están empezando a preparar el camión en la Pola, una tarea no menor porque "necesitamos un boletín eléctrico y un proyecto para amueblar y acondicionar el interior". La idea es que para finales del mes de mayo pueda estar operativo, y el curso que viene funcionando a pleno rendimiento. Colegios y ayuntamientos podrán requerir de sus servicios, en forma de actividades extraescolares o como talleres en el aula. Y con ello, Diego Pastrana terminará de completar una idea que viene de lejos, con lecciones ya aprendidas de otras experiencias.  No en vano, fue durante un año maestro en un circo, acompañando a los hijos de los trabajadores circenses en su gira por toda España y empapándose de las mil formas diferentes en que, en materia educativa, se pueden hacer las cosas. Incluso a bordo de un camión amarillo.