La crónica paso a paso de cómo captó Asturias a Amazon (y los cachopos tuvieron algo que ver)

La primera pista llegó a la Cámara de Comercio en 2019 y el Principado ciñó la operación a un equipo restringido que persiguió sin descanso que cada trámite se hiciese en plazo

Instalaciones de Amazon en el polígono de Bobes, en Siero.

Instalaciones de Amazon en el polígono de Bobes, en Siero. / LNE

Vicente Montes

Vicente Montes

Una enorme bolsa de suelo disponible, cinco años de trabajo, un equipo restringido que garantizaba la discreción y un esfuerzo para evitar atascos administrativos fueron las claves para que Asturias, que no partía como favorita inicialmente, lograse captar la inversión del gran centro logístico de Amazon para el noroeste de España. La Cámara de Comercio de Oviedo recibió en marzo de 2019 la primera información sobre las intenciones de la multinacional y apostó por situar Asturias en la carrera, con el respaldo desde el inicio del Gobierno autonómico. Si la gestión administrativa suele dar titulares de ineficiencia, retrasos y atascos, el caso de la operación de Bobes es el contraejemplo perfecto. "Debería estudiarse académicamente", dice medio en broma uno de los integrantes del "comando Amazon" que integró desde el principio a la Cámara de Comercio de Oviedo y el Gobierno regional, y al que se sumó luego el Ayuntamiento de Siero. Hubo cachopos por medio, pero se desconoce cuánto influyeron en la decisión.

Un comentario que encendió la bombilla. El primer aviso de que Amazon buscaba emplazamiento para un gran centro logístico en el norte de España llegó a través de una conversación entre el vicepresidente de la Cámara de Comercio de Oviedo, José Manuel Ferreira, y responsables de una empresa dedicada a la comercialización de espacios industriales radicados en Asturias. El comentario no cayó en saco roto y Ferreira pidió contactar con quienes representaban a Amazon en la operación, la multinacional CBRE, el mayor gestor inmobiliario del mundo nacido en California en 1906 y con medio siglo de presencia en España. Pocos días después, el 25 de marzo de 2019, se produjo una reunión muy restringida en la Cámara de Comercio de Oviedo, entre Ferreira y responsables de CBRE. Fue el primer contacto. Sobre la mesa se pusieron las necesidades iniciales de Amazon, que entonces se ceñían a una nave de unos 50.000 metros cuadrados, muy lejos de los 175.000 metros cuadrados finales del edificio.

Las condiciones y los retos. Los representantes de CBRE dejan claras las condiciones de Amazon: primero, que no sería fácil: ya había varios emplazamientos localizados y no había garantía de éxito; la segunda, diligencia administrativa; y la tercera y muy importante, discreción absoluta. "Si algo se filtra nos iremos sin hacer ruido como hemos venido", vinieron a decir. De lo que no hablaron fue de precio de la operación. Era entonces lo menos relevante.

Con Barbón, a la luz de las velas. Carlos Paniceres, presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo y que ya conoce el proyecto, teme que con el inminente cambio de legislatura se pueda producir un parón en el plan de urbanizar el polígono de Bobes, una de las opciones obvias para la instalación. Decide comentarle el asunto a Adrián Barbón, que ya era secretario general de la FSA y candidato a presidente, pero aún se hallaba en el poder el Ejecutivo de Javier Fernández. El 3 de abril Paniceres y Ferreira se trasladan a las instalaciones de la FSA en la calle Santa Teresa. Aquella tarde la sede del PSOE asturiano había sufrido una avería eléctrica. Literalmente, Barbón recibió los detalles y las posibilidades del proyecto a la luz de unas velas. "Esto es importante, caza mayor; no se puede dejar pasar esta oportunidad", le dicen. Se produce el flechazo.

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Segunda estación, Fernando Lastra y Fernández Fano. Barbón dirige a los representantes de la Cámara a Fernando Lastra, entonces consejero de Infraestructuras del Gobierno de Javier Fernández. El 29 de abril se produce otra reunión en el despacho de Lastra y está presente Benigno Fernández Fano, entonces viceconsejero de Medio Ambiente. Lastra también es consciente de la relevancia del proyecto. En aquella cita se evalúan tres posibles emplazamientos: el polígono de Olloniego, en Oviedo; la Zalia, en Gijón, y Bobes, en Siero.

La apuesta por Bobes. El gran polígono de Siero resulta elegido casi por descarte y cruzando los dedos. En Olloniego no había terrenos suficientes, la Zalia estaba en una compleja situación jurídica y Bobes, aunque también tenía sus complicaciones, podría cumplir las expectativas. Precisamente se había impulsado la comercialización de terrenos. Con la luz verde de la consejería de Infraestructuras para impulsar la operación se empieza un interminable y continuo intercambio de correos electrónicos con la inmobiliaria que representa a Amazon.

El secreto ante todo. Tal fue el celo de Amazon y su gestora inmobiliaria por la discreción que se elaboró un contrato de confidencialidad al que se puso como fecha de vigencia una anterior a la primera reunión mantenida, pese a que el texto se redactó posteriormente. Cada correo que recibía la Cámara de Comercio, terminaba con una coletilla que no por reiterada perdía vigencia: "Necesitamos la máxima discreción". Peticiones de información, documentos. Las respuestas se producen de manera casi inmediata para evidenciar el interés desde Asturias.

Cambio de Gobierno, el enlace con Juan Cofiño y un paréntesis. En julio de 2019, Adrián Barbón toma posesión como presidente del Principado. Por indicación de Barbón, el interlocutor del Principado pasa a ser Juan Cofiño, vicepresidente del Gobierno. Con la llegada del verano se enfrían los ritmos, hasta el punto de que en Asturias no faltan momentos de duda sobre si la propuesta de Bobes seguirá bajo las opciones.

Una conexión inesperada. El mundo es un pañuelo, debió de pensar Juan Cofiño cuando conoció quién era la persona encargada de las relaciones institucionales de Amazon en España y por quien pasaban buena parte de las decisiones aquí antes de ser remitidas a la sede de la multinacional en Seattle: Eva Pérez. ¿Sería la misma Eva Pérez, directora de regulación de Orange que él conoció en foros y reuniones siendo director jurídico y de regulación en Telecable? Cofiño tira de agenda. La intuición resulta cierta y se abre ahí una vía de conexión inesperada.

Asturias pasa el primer corte. En noviembre de 2019 se recibe un correo electrónico en la Cámara de Comercio cuya redacción era más o menos esta: "Hasta ahora ha habido 22 posibles emplazamientos en discusión, pero tras elevar propuestas a la central quedan activas ocho opciones, entre ellas Asturias. Necesitamos planos, informes de planimetría y un detallado informe topográfico. Si encaja ya se evaluarán precios y otros detalles". La cadena de comunicación se sigue realizando a través de CBRE, que reportaba a Amazon España y esta a su vez a las oficinas centrales de Seattle. Y la advertencia, una y otra vez: "Por favor, es muy importante llevar el tema con discreción".

La primera visita al terreno y el "antojo" de cachopos. Es 19 de mayo de 2020, martes. Hace pocas semanas que se ha puesto fin al confinamiento doméstico por la pandemia y han transcurrido ocho días desde que se ha permitido la apertura de establecimientos hosteleros solo en terrazas. No son las condiciones idóneas para mostrar la mejor cara de Asturias a los responsables de Amazon, que por primera vez viajan al Principado para conocer los terrenos de Bobes acompañados de personal de CBRE. Se hace una visita a la aún extensa mancha verde de prados. Al terminar, los representantes de Amazon preguntan si será posible, con todas las restricciones de la pandemia, poder cenar unos cachopos. En Madrid es imposible conseguir mesa, dicen. La jornada termina en la terraza del Terrastur de Gascona. Sidra y cachopos relajan tensiones. "Se marcharon de vuelta a Madrid encantados de la vida", recuerda uno de los asistentes a aquella cena.

El proyecto crece. A medida que se suceden las conversaciones, Amazon va elevando sus necesidades. La superficie total que requiere equivale a toda la incluida en la segunda fase del polígono de Bobes (243.910 metros cuadrados) y otros 20.000 metros cuadrados más que tendrán que salir de terrenos de la primera fase. Con esas condiciones es necesario hacer cambios jurídicos en la ordenación urbanística del polígono de Bobes para no perder la batalla. Se compite con Extremadura, Barcelona, Zaragoza, Vitoria… Además, existía el problema de una empresa, Lejías Los Ángeles, que llevaba décadas ocupando suelo que era necesario para Amazon. La empresa terminó trasladada a unas nuevas instalaciones en terrenos de la fase I de Bobes.

Los vascos en el retrovisor. La disputa queda entre Bobes, en Siero, y el polígono de Arasur, en Álava. En Asturias se teme incluso que el Gobierno vasco pueda ejercer sus influencias en Madrid para llevarse el gato al agua. Asturias ofrece como ventajas la proximidad de la autovía y la amplia mancha de suelo disponible. Entre los candidatos que cayeron hubo incluso aspirantes que llegaron a ofrecer suelo gratis. Pero el precio no era el anzuelo para pescar al pez gigante. Amazon abonó en Bobes el precio estipulado por metro cuadrado desde el principio, sin ninguna rebaja.

La balanza se inclina y una carrera burocrática al galope. Amazon comunica que su elección es Siero, pero hay que realizar con premura todos los trámites necesarios, que no son pocos. Por lo pronto, tramitar un plan especial urbanístico. Si las cosas de palacio van despacio, las de la administración pueden ir a ritmo de tortuga. Y una operación urbanística es un trago lo bastante indigesto como para atragantársele al monstruo de la burocracia.

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Amor Domínguez

Un equipo reducido para una tarea que exigía eficacia y rapidez. ¿Cómo evitar que una actuación así, llena de trámites, consultas a organismos afectados y decenas de informes terminase atascada en el infierno burocrático de la Administración regional? Juan Cofiño decide establecer un equipo de su máxima confianza para el que la prioridad fuese sacar adelante el plan especial. En él se integraron Pablo García (entonces jefe de gabinete de Cofiño y hoy viceconsejero de Política Sanitaria); Andrés López, director de Sogepsa, la sociedad responsable del suelo de Bobes, y también José Antonio Cullía de la Maza, secretario de la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias (CUOTA).

La tramitación. La entonces Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial, en manos de Alejandro Calvo, comienza a tramitar un plan especial para Bobes que discurre discretamente por los pasillos de la administración autonómica con el farragoso nombre de "Expediente RESP/2020/309 Modificación II Plan parcial área industrial de Bobes". El 16 de octubre de 2020, la comisión permanente de la CUOTA analiza el documento. Se argumenta que se necesita cambiar la distribución del suelo de la segunda fase de Bobes para dejar abierta la posibilidad de disponer de una gran parcela para alguna industria singular, sin entrar en detalles. Precisamente, se toma como límite mínimo los 50.000 metros cuadrados, aquella cifra que al inicio estimó Amazon para su centro. Ya se desliza que la modificación se realiza "por razones de interés público".

El discreto anuncio en el BOPA no era una inocentada. Dos meses después de la reunión de la CUOTA, el 17 de diciembre de 2020, la comisión urbanística regional aprueba inicialmente y somete a información pública la modificación urbanística. El anuncio se publicó en el Boletín Oficial del Principado el 28 de diciembre de 2020, día de los Santos Inocentes. El texto, árido y técnico, no ofrecía pista alguna y se daban veinte días para presentar observaciones y alegaciones.

"¿Ya está el informe? ¡Por favor, lo necesitamos!". El trámite urbanístico del plan especial requiere de informes de numerosos organismos afectados, un procedimiento que suele afrontarse con tiempo y sin premura. El equipo reducido de Juan Cofiño actúa casi como un perro de presa. Se remite y recibe documentación por correo electrónico, se urgen plazos, incluso se llama por teléfono día tras día cuando algún organismo se retrasa. Ocurrió con el Ministerio de Defensa. Por proximidad a los terrenos militares del cuartel de La Belga era necesaria la aquiescencia del Ministerio. La respuesta tardaba. Un representante del Principado llegó a desplazarse al despacho de la persona responsable de la firma y conoció que en el Ministerio se esperaba respuesta del Gobierno regional a una petición relativa a un vial próximo al cuartel. Quid pro quo.

Siero entra en juego. Al tiempo que se despejan los trámites urbanísticos regionales, se comunica al alcalde de Siero, Ángel García, "Cepi" la noticia, casi un regalo para fin de año. "En unos días, los responsables de Amazon registrarán en el Ayuntamiento la solicitud de licencia", le trasladan. Y la tramitación ha de hacerse con la máxima premura.

Las primeras noticias. El 3 de enero de 2021, LA NUEVA ESPAÑA desvela la inversión que negociaba el Principado, resaltando que generaría más de mil empleos. El 29 de enero, los responsables de Amazon registran la solicitud del permiso de obras que el Ayuntamiento de Siero aprueba el 26 de febrero. "Sin la agilidad y el buen hacer de los funcionarios no hubiera sido posible este proyecto", dice el Alcalde sierense tras tramitar el Ayuntamiento en menos de un mes todos los permisos que dependen del municipio. La maquinaria constructiva se pone en marcha para levantar una enorme instalación en tiempo récord, con la exigencia además de que la nivelación del suelo sea milimétrica, dado que principalmente el flujo de mercancías estará operado por robots.

Levantar un gigante en solo un año. Una vez que Amazon activa la construcción de su gran almacén logístico el proceso es imparable. En un año, la enorme nave de 23 metros de altura, 320 metros de largo y 180 de ancho, ya atrae las miradas de los conductores que circulan por la autovía en Siero. A mediados de 2022 las obras están concluidas. Únicamente resta la apertura de una instalación llamada a generar unos 1.500 empleos.

Cambio de ciclo y una larga espera. Parecía que todo estaba hecho, pero aún quedaba un largo proceso. Con la pandemia, el comercio electrónico había despegado de manera magnífica, pero las expectativas se enfriaron con la vuelta a la normalidad. En la sede central de Amazon, en Seattle, se inicia un proceso de mesura y se replanifica la apertura de centros logísticos. Comienzan a producirse decisiones en otros puntos del país que hacen que surjan dudas sobre el futuro del centro logístico asturiano, pese a estar construido. En diciembre de 2023, por ejemplo, Amazon renuncia a abrir una planta similar en Zaragoza, en el polígono de Centrovía. Hoy está alquilado a un tercero. Este centro se había construido para centralizar actividad radicada en Cataluña: ese mismo año, Amazon había cerrado un centro logístico en Martorelles.

"Tranquilidad, todo va bien".

Lo cierto es que, aunque en Asturias comienzan a surgir temores en distintos actores sociales y económicos sobre el futuro de la planta, Juan Cofiño mantiene la calma. A mediados de 2023 ya recibe información de que la central de Seattle ha "salvado" el centro logístico asturiano de su plan de reestructuración. ¿Cuándo abrirá? Eso aún está por decidir. "A lo largo de 2024", le trasladan. Todo sigue bajo ese compromiso de discreción, así que el Gobierno asiste mudo a las noticias sobre la anulación de otros proyectos y a las dudas expresadas por partidos y sindicatos sobre el futuro de la planta asturiana.

"Luz verde, abrimos". El Principado lo supo hace dos meses. El Gobierno regional conoce ya desde el pasado enero, dos meses antes del anuncio oficial, que la dirección de Seattle ha activado el inicio de actividad. La multinacional pide un pequeño plazo para hacer el anuncio y comenzar a activar sus planes.

Más concreción de la esperada. El lunes 18 de marzo, Amazon pide a Presidencia del Gobierno programar la rueda de prensa para el día siguiente. Se hará el anuncio, aunque en principio la idea es que no haya demasiadas concreciones. El Principado conoce, al caer la tarde, el contenido de la intervención que hará el director de Relaciones Institucionales de Amazon para España y Portugal, Christoph Steck. Hay cierto alivio: un anuncio demasiado genérico podría no despejar las dudas, pero Amazon está dispuesto a hablar de plazos y de empleo.

Evitar filtraciones. La información de que el futuro de la planta está despejado y la convocatoria de la rueda de prensa del anuncio se guardan con celo, y queda restringida al entorno del presidente, Adrián Barbón. Ni siquiera los actores que participaron en todo el largo proceso saben nada hasta horas antes, cuando es el propio Barbón quien se lo comunica.

El anuncio, por fin. El Gobierno regional informa de la convocatoria de rueda de prensa con apenas dos horas y media de antelación, a las nueve de la mañana. Al mismo tiempo, Barbón contacta con el alcalde de Siero, para convocarle a Presidencia para participar en el anuncio, y con Carlos Paniceres, presidente de la Cámara de Comercio, para darle la buena nueva. Amazon pone fecha: iniciará la actividad con 400 empleos a principios de septiembre para llegar a los 1.500 cuando el centro esté a pleno rendimiento. No se descarta alcanzar los 2.000, pero por prudencia se omite el dato. Han pasado cinco años desde aquella primera pista sobre las intenciones de la multinacional, que ha invertido 300 millones en la construcción de la nave logística y su dotación de tecnología.

Una nueva etapa. No cesan de repetirlo quienes han participado en la operación para captar a Amazon: "Se abre una nueva etapa no solo para el polígono de Bobes, que de un plumazo despeja la ocupación de su segunda fase, sino para colocar a la región en el mapa logístico nacional. Será un foco de atracción de actividad", aseguran.

Las lecciones de la operación. La manera en que se gestionó todo el proceso ha dejado algunas lecciones entre quienes participaron: tanto en el Gobierno regional como en la Cámara de Comercio. Si se quiere, se hace: si se deja todo a la inercia burocrática, se pierde el control. Precisamente de esa experiencia nace la creación de un puesto de Subdirección General de Atracción de Inversiones, para ejercer de "director de orquesta" en procesos complejos que exigen agilidad administrativa. Y también el compromiso de elaborar una ley de Proyectos de Interés Estratégico Regional que allane el camino burocrático para atraer actividad.

Cinco empresas interesadas en cuatro días. Sogepsa, propietaria del suelo de Bobes, ha recibido en apenas cuatro días desde el anuncio de la apertura de Amazon la solicitud de información de cinco empresas dispuestas a instalarse en el entorno de la multinacional, que se suma a las que durante el proceso de construcción también expresaron su interés. "Será un gran proyecto tractor, no cabe duda", aseguran en la Cámara de Comercio de Oviedo, y destacan: "Lo que estará operativo en Bobes no es ni comparable con un almacén al uso; es una catedral logística, con la tecnología más avanzada que existe en este momento en el mundo. Para Asturias supone un salto indudable". Cinco años, mucho trabajo coordinado, diligencia administrativa, silencio, ausencia de ruido político, olfato y ambición lo consiguieron.

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