Hispanista británico, autor de la única traducción de la novela de Clarín en el Reino Unido

Oviedo, Eduardo GARCÍA

John Rutherford es hispanista y tiene el honor de haber llevado a cabo la única traducción de «La Regenta» en el Reino Unido. Acaba de jubilarse como profesor de Literatura Española en el Queen's College de la Universidad de Oxford y ha sido el artífice de que durante muchos años las generaciones de privilegiados estudiantes de esta Universidad británica se encontraran con la obra cumbre de Leopoldo Alas «Clarín».

Hace unos días ha sido nombrado miembro de la Real Academia Gallega. En 1958 llegó a Ribadeo en un intercambio cultural, y aquí, en las orillas del Eo, conoció a su esposa, lucense. Conoce bien Asturias, por proximidad geográfica, pero también porque se declara enamorado de la novela de Clarín. Alguna vez comentó que «cuando leí por vez primera "La Regenta", fue una experiencia inolvidable, me produjo una impresión profundísima, hasta el punto de que llegó a ser una obsesión». Rutherford se encuentra estos días en su país adoptivo y habló con LA NUEVA ESPAÑA.

-Una sola traducción de «La Regenta» en Gran Bretaña. Llama la atención.

-Es increíble. «La Regenta» es una de las grandes novelas españolas, pero ya se sabe que Inglaterra es muy insular y allí Clarín nunca llegó a ser un escritor famoso. Mis compatriotas han comprado poco «La Regenta» traducida al inglés, así que me temo que no habrá, por el momento, más traducciones de esta obra.

-Se confiesa enamorado de la novela.

-Sí, pero es que es una novela especial. Yo no conozco a nadie que no hubiera podido terminarla y, en general, a mis alumnos de Oxford les encanta.

-Me temo que sus alumnos no son muy representativos.

-Son buenísimos alumnos, es verdad. Los profesores tenemos suerte y ellos responden porque los hacemos trabajar mucho más que en otras universidades.

-«La Regenta» en inglés tiene ya unos cuantos años.

-Se publicó nada menos que en 1984, tras un trabajo muy arduo. Reconozco que cuando abordé aquel proyecto yo no sabía traducir. Es más, creo que aprendí el oficio con «La Regenta». Fue mi primera traducción en serio, y escogí para ello un texto muy exigente.

Rutherford había publicado ya algunos ensayos sobre la obra de Clarín, lo que dio origen al encargo de una editorial británica para traducir «La Regenta». Aceptar fue una «osadía», como reconoció en repetidas ocasiones este hispanista, nacido en 1941, que dirige el Centro de Estudios Gallegos en su Universidad y que habla perfectamente el gallego.

-¿Ha mantenido el título original en su traducción de «La Regenta»?

-Después de pensar mucho en ello, decidí mantenerlo, sí. La traducción directa y lógica hubiera sido «La mujer del juez», pero me pareció pobre, un título muy poco atractivo. Así que dejé «La Regenta», que es un título que deja cierto enigma a los lectores ingleses.

-Antes aseguraba que se trata de un texto muy exigente.

-Sin duda. Siempre pongo el ejemplo de la primera frase de la novela: «La heroica ciudad dormía la siesta». Fue una frase que en el original pasó por varias versiones, hasta que Clarín da con una frase redonda que es la que ha llegado hasta nosotros. Uno de los inicios que Clarín desecha era «la heroica ciudad se acostaba a dormir la siesta». Pues bien, en la traducción también pasó lo mismo, hubo varias versiones. La frase que abre el libro tiene un ritmo extraordinario, como muchísimas otras de la novela. Lo que yo pretendía es que la traducción también tuviera ese ritmo soberbio que el autor supo darle en la lengua original.

-¿Lo consiguió?

-Creo que sí. Clarín era un maestro del ritmo. Siempre pensamos que esas cosas se quedan para los poetas, y no es verdad. Hay prosistas con una capacidad enorme en este sentido.

-Pero el original es el original, y cuando un texto se quiere llevar a otra lengua, el ritmo se resiente. ¿Imposible mantener, a veces, el ritmo literario?

-En cuestiones de traducción, yo no manejo la palabra «imposible». Cuando se aborda una traducción, hay que ser detallista, perfeccionista, y plantear el trabajo con ingenio.

-«La Regenta» y «Madame Bovary», Leopoldo Alas «Clarín» y Flaubert. ¿Comparaciones ineludibles?

-Son dos novelas maravillosas. Cada una es grande por distintos aspectos, pero comparar creo que no conduce a ningún sitio. «La Regenta» y «Madame Bovary» son novelas parecidas, pero sólo en apariencia.

-Los personajes femeninos centrales, sin embargo, tienen poco que ver.

-Es cierto. Flaubert alardeaba de que «Madame Bovary» era una novela sobre nada, es decir, sin contenido. Y que la había escrito así como prueba de fuego de su arte como escritor. «La Regenta» es otra cosa, aunque no quiero decir con ello que la novela de Clarín sea mejor que la de Flaubert.

De «La Regenta» escribió John Rutherford uno de los juicios más ajustados: «Es una novela panorámica, que combina la fascinación de una novela psicológica con una novela social, porque su retrato de la sociedad vetustense es magnífico». El hispanista británico también es el autor de una traducción al inglés del «Quijote» para la Penguin Books. Hacía casi medio siglo que no se abordaba en el Reino Unido una traducción de este clásico de la literatura universal.

-Acaba de jubilarse como profesor de Literatura Española en Oxford.

-Sí, pero sigo manteniendo alguna relación. Me dejan un despachito en el College y, por supuesto, permaneceré activo en la investigación. Y ahí sigue el Centro de Estudios Gallegos.

-¿Cuenta el Centro de Estudios con muchos alumnos?

-Pues no, pero ya sabíamos que no iba a ser algo mayoritario. No es el objetivo prioritario.

-¿Conoce alguna traducción de «La Regenta» al gallego?

-No la conozco, lo cual no quiere decir que no la haya.

-Es un buen momento para que usted aborde la tarea.

-No, no. Ése no es un proyecto para mí.

«Decidí mantener el título original en castellano porque la traducción de "La mujer del juez" me pareció muy pobre; "La Regenta" es un título que deja cierto enigma a los lectores ingleses»