Madrid

Para no cansar ni aburrir al personal. Esa es la razón «oficial» por la que el actor asturiano Juan José Otegui (Oviedo, 1936) hará mutis, tras 49 años de carrera, cuando termine las representaciones de «La marquesa de O», cuya exhibición ya llegó a Madrid esta semana, pero la verdadera tiene que ver con su «irrenunciable» condición de ser humano. «El jefe», como le llama el equipo de «La marquesa de O», no cede a la tentación de contar de quién o de qué debe preocuparse a partir de ahora a tiempo completo pero dice que su decisión no tiene vuelta atrás y que aunque sabe que el «mono» le asaltará muchas veces «esto», en alusión al «motivo», es más importante que nada en su vida.

Magüi Mira, la directora de «La marquesa de O», el «escándalo» que Heinrich Von Kliest escribió en 1805 y que se ha estrenado en Madrid esta semana, le ofreció esta obra «tan guapa» y Otegui decidió dos cosas del tirón: que la haría y que sería la última. «Es mucho mejor dejarlo cuando estás en plena forma que arruinado física y mentalmente y te "retiran". No me quiero arriesgar a que a mí me pase eso pero de verdad que lo más importante es lo personal. Necesito todo el tiempo que tenga».