El Rey destaca la "unión e ilusión común" de Peón, Arroes y Candanal para construir un "futuro mejor"

"Sois ejemplo de cómo las comunidades pequeñas atesoran valores fundamentales", dice Felipe VI en la entrega del "Pueblo ejemplar"

"A ver si aprendo a escanciar", el guiño sidrero de Leonor, con el apoyo real a la candidatura a Patrimonio de la Humanidad: "Mucha suerte"

Mariola Riera

Mariola Riera

En las pequeñas parroquias de Arroes, Peón y Candanal (Villaviciosa) encontró este sábado el Rey de España un buen ejemplo para apuntalar el mensaje dado un día antes en Oviedo en defensa de la unidad como única forma de avance y progreso, en un momento de aspiraciones secesionistas en España.

Son Arroes, Peón y Candanal tres pequeños enclaves que de ir cada uno por su cuenta, separados, poco tendrían que hacer, pero que con el trabajo conjunto de su medio millar de vecinos han conseguido el premio «Pueblo Ejemplar» de Asturias por haber logrado conservar una economía diversificada a partir de los recursos locales, que ha permitido una recuperación de la base social gracias al crecimiento y rejuvenecimiento de su población.

De estos tres pueblos galardonados dijo Felipe VI que son ejemplo «de cómo las comunidades pequeñas atesoran valores fundamentales para el progreso de la sociedad, el respeto por el medio ambiente, la sintonía entre tradición y desarrollo sostenible, cooperación vecinal, a través del intercambio de experiencias y conocimiento». Valores sobre los que, recalcó el monarca, «colaborando unidos, con intereses e ilusiones comunes, es posible sentar las bases para la construcción de un futuro mejor».

Sidra, campo, gaitas y tecnología en la visita a la "aldea 3.0": así fue la entrega del "Pueblo Ejemplar" en Arroes, Peón y Candanal

Amor Domínguez

Fue esto pieza angular de su discurso a través del cual, sin estarlo previsto, también llegó el mejor regalo que podían recibir los vecinos de un concejo de marcada tradición sidrera como es Villaviciosa y, en definitiva, toda Asturias. Porque el Rey, de alguna forma, sumó su respaldo a que la cultura sidrera regional logre de la UNESCO el reconocimiento de Patrimonio Mundial de la Humanidad. «Mucha suerte con esa candidatura», deseó Felipe VI, respondido con sonoros aplausos.

No fue el único guiño sidrero en la visita al completo de la Familia Real. La Princesa Leonor se metió a todos en el bolsillo con su declaración sincera de que tiene una cuenta pendiente: «A ver si algún día aprendo a escanciar». Y su madre, la Reina Letizia, no evitó probar un culín –impidió, eso sí, que lo hicieran sus hijas Leonor y la Infanta Sofía, aún menores– y mostró sincero interés por todas las explicaciones de los lagareros que participaron en la visita al «Pueblo Ejemplar», un premio que se entregó, además, en el Día internacional de la manzana, como recordó el alcalde de Villaviciosa, Alejandro Riego. 

Del culín de sidra de Leonor al niño que no quiso que la Reina le cogiera: las historias que deja la entrega del Pueblo Ejemplar de Asturias

VÍDEO: Amor Domínguez/ FOTO: Irma Collín

En su discurso, el regidor repasó la historia y cultura de Arroes, Peón y Candanal –que son el tercer premio «Pueblo Ejemplar» que suma el concejo tras los de 1991 y 2017–, habló del «anhelo de un futuro mejor» para el medio rural «ante los problemas que viene sufriendo y que debemos afrontar» y presumió de la vinculación histórica del municipio con la monarquía española. «Como hicimos aquí en Villaviciosa, en 1991 y reiteramos en 2017, de nuevo en tiempos convulsos, hoy es un buen día para proclamar ante todos, ante Sus Majestades y Sus Altezas Reales, la lealtad de Villaviciosa a los valores constitucionales, a nuestra monarquía parlamentaria y a nuestra Constitución», proclamó Vega entre aplausos.

Una Constitución que la Princesa Leonor jurará en menos de diez días, cuando cumpla su mayoría de edad. La heredera ha sido la estrella indiscutible de esta edición de los Premios y así sucedió en la entrega del «Pueblo ejemplar», en el que ofreció su quinto discurso, en el que, en la línea de su padre, se refirió a los vecinos de Peón, Arroes y Candanal como «ejemplo de que una aldea también es un buen lugar para la innovacion tecnológica y social». Y añadió: «Porque en las tres parroquias habéis sabido compartir valores, inquietudes y lazos culturales y familiares pra seguir construyendo un entorno más favorable y un futuro mejor».

Habló la Princesa después de la primera parte de la visita a Arroes, hora y media con un intenso programa que comenzó en El Fonduxu y terminó en el prado cercano a la iglesia, del siglo XVII, donde descubrió la placa conmemorativa del premio instalada sobre una gran silueta de una manzana de hierro con varias botellas de sidra. Queda el monolito junto a la pomarada en la que la familia real se reunió con los tres lagareros del pueblo (Rafael Fernández, Víctor Vallina y José Arsenio Tomás), así como con el presidente de la DOP Sidra de Asturias, Víctor Ramos, y la presidenta de la Asociación Sidra Asturiana, María Cardín, a su vez directora comercial de la emblemática Sidra El Gaitero.

Para algunos de los que se cruzó Leonor en su camino tuvo palabras en el discurso, como por ejemplo «dos de los más ilustres» vecinos, Pepín Corripio y Javier de Arroes, dos hijos predilectos de Villaviciosa y «ejemplos de lo que el trabajo constante y la pasión son capaces de lograr». Habló en nombre de su familia para decir que habían «disfrutado mucho» con la interpretación de Vicente Prado «El Praviano» y las explicaciones sobre el Gaitero de Libardón.

La anécdota viral de Leonor de Borbón en el Pueblo Ejemplar: "A ver si aprendo a escanciar sidra"

Amor Domínguez

Sin duda, fue algo que se pudo comprobar. Pues las notas a la gaita de «El Praviano» encandilaron a los Reyes y a sus hijas, y emocionaron sobremanera a Letizia, quien no dudó en sumarse de manera entusiasta a los «vivas» al Rey, la Princesa y la Infanta Sofía cuando Vicente Prado los gritó, ante el aplauso de todos los vecinos. Hubo entre estos muchos jóvenes, deseosos de lograr una foto con Leonor y su hermana Sofía.

La juventud de su población es santo y seña de Arroes y del valle de Candanal y Peón. Por eso fueron dos jóvenes, Álvaro Suárez y Lucía Barrio, los encargados de leer en esta ocasión el agradecimiento público por el premio. Fue un discurso salpicado de referencias al pasado y al legado de los mayores al que «no se puede renunciar» para construir un futuro por el que «deben trabajar las nuevas generaciones». Presumieron ambos jóvenes del patrimonio cultural e histórico de sus tres pueblos que «basándose en lo que les une tienen un proyecto común de futuro».

Dos hora hechó la Familia Real y el resto de comitiva en Arroes, así que a Peón –donde hubo un encuentro con la asociación de vecinos, una parada en el aula intergeneracional y un «saludo» rápido al toro semental «Galo» y la vaca «Navarra», de la ganadería Aranjo– y al centro tecnológico RuralTech se llegó con bastante retraso. Y eso que la Reina Letizia, encargada de dirigir y explicar a su marido e hijas todo cuando vieron durante la mañana trató de imprimir algo de celeridad.

La curiosa historia de la otra "Casa Real" del Pueblo Ejemplar de Asturias

Amor Domínguez

Fue prácticamente tarea imposible. Lo primero, por la gran agenda por los tres territorios premiados que la Fundación Princesa tenía preparada. Pero también porque ningún asistente –y fueron muchísimos los de toda Asturias y también del resto de España e incluso del extranjero los que se acercaron a Villaviciosa– quiso quedarse sin saludar, hacerse una foto o simplemente ver a la familia Borbón Ortiz, que concita la descripción unánime de «cercana, atenta y amable» al tiempo de «guapísimos» todos sus miembros.

Así las cosas, hubo que esperar algo más de una hora por el almuerzo en plan informal, más bien espicha, con mesas repletas de bollos preñados, empanada, paté de cabracho y quesos asturianos, entre otros bocados de Capilé Caterin. El paseo abrió el apetito al Rey y no tanto a su mujer e hijas, que según los presentes poco comieron sin despegarse de sus botellas de agua.

Hasta casi las cuatro estuvo en la carpa la familia real, a estas alturas del día ya con la cuenta perdida de los cientos de fotos y anécdotas que se dejaron en Arroes, Peón y Candanal. A cambio se fueron los cuatro cargados con un montón de afecto y piropos, sobre todo Leonor, a punto de cerrar un octubre intenso con su cumpleaños y jura de la Constitución el próximo 31 de octubre.

Ya lo avisaban al principio de la jornada dos vecinos de: «Estamos aquí para ver a todos, pero especialmente a Leonor, que tiene mucho encima. Queremos desearle suerte, que falta le hará». Dicho queda.

Dos décadas siguiendo a la Familia Real: la ovetense Pilar Menéndez no falla en la cita con el Pueblo Ejemplar

Amor Domínguez

Los discrusos