Al Sporting se le puso el partido en chino en el minuto 39, como si quisiera hacer los honores al patrocinador principal del Rayo Vallecano. En apenas un minuto, el tiempo que tardó Bernardo en ver dos tarjetas amarillas y cometer un penalti, al Sporting se le fue un choque que tenía bajo control. Con dos líneas de cuatro hombres tan juntas que casi se tocaban, el Sporting achicaba el espacio para tapas los pases de Trashorras. Los de Abelardo salían con inquina a la contra y, hasta ese minuto fatídico, las mejores ocasiones habían sido amarillas, o sea, rojiblancas. Al Rayo no le quedaban más argumentos que intentarlo por fuera, pero la pareja de centrales dominaba sin problemas el espacio aéreo.

La alineación de Abelardo fue un canto a la originalidad. Para no gustarle las rotaciones, el técnico le ha dado la vuelta a su equipo como un calcetín en los dos últimos partidos. El debut del juvenil Jorge Meré, que cumplió con nota, estaba cantado. Abelardo le hizo sitio dando descanso a Lora y mandando a Luis al lateral. La mayor sorpresa en la defensa fue la continuidad de Canella, premiado por su buena actuación en Riazor. Para quien no hubo premio por el gol de la victoria en La Coruña fue Álex Menéndez, que tuvo que dejar su sitio al resurgido Jony. El extremo de Cangas sigue reapareció en el segundo tiempo, justo cuando más lo necesitaba su equipo. La vuelta del mejor Jony y el crecimiento de Halilovic anuncia un Sporting de alta velocidad.

El mayor golpe de efecto de Abelardo fue la revolución del centro del campo. Sin Sergio ni Nacho Cases, el Pitu renunció al balón y buscó los pulmones descansados de Mascarell y Rachid. El canario estuvo a un gran nivel, mientras que el francés necesita más ritmo.

Cuando Javi Guerra cazó un balón suelto en el inicio del segundo tiempo, el partido pareció despachado. Hasta que el rugido de la moto al arrancar despertó a los guajes, que metieron una marcha más y apunto estuvieron de completar una remontada para la épica. Se quedó el Sporting a un paso de haber sumado un punto importante. Pero su prestigio no sufre rasguños. Incluso en inferioridad numérica, el Sporting es un equipo difícil de ganar.

El ataque desesperado de los rojiblancos abrió resquicios en el muro defensivo. Embarba, Baena y Lass tuvieron algunas ocasiones claras que se fueron al muro tras la portería defendida por Alberto. No se movió el marcador, que deja un mal sabor de boca para el Sporting. El equipo se trabajó un resultado mejor y la mala fortuna personificada en Bernardo evitó que el Sporting saliera de Vallecas muy reforzado en su propuesta.