Hoy cierra la temporada junto a los equipos de la Escuela de Fútbol de Mareo, en la que se ha estrenado esta temporada como coordinador, y mañana recibirá a los primeros alumnos del Campus de Mareo, del que es director desde hace seis años. Juan Luna Dembinsky (Gijón, 1977) lleva tiempo sin vivir un verano tranquilo. Diecisiete campañas acumula participando en el Campus en diferentes cargos. Once de ellas tras compartir labores de entrenador en las categorías inferiores del Sporting. Conoce a fondo la casa y el "producto Mareo".
- ¿Cómo afronta la edición número 24 del Campus de Mareo?
-Con mucha ilusión. El año pasado estuvieron con nosotros 800 niños y, en esta ocasión, vamos camino de igualarlo o incluso superarlo. Hace apenas diez días contrastábamos las cifras de inscripción con las del curso anterior y, a estas alturas, el número es superior (el plazo continúa abierto). El récord histórico está en mil alumnos, pero hace años. Ahora, con una oferta tan amplia como la actual en la que encuentras un campus en cada rincón de Asturias o España, estos números son una pasada.
- ¿En qué se fundamenta este poder de convocatoria?
-Nuestra gran fortaleza es que quien viene, repite. Y eso, además, es un indicador de que el trabajo que se está haciendo es bueno. Uno de nuestros mayores orgullos es ver cómo niños que llegan un verano con seis años crecen con nosotros hasta cumplir los diecisiete, edad tras las que ya no es posible participar como alumnos. Alguno de esos niños forman parte ahora del equipo de técnicos o del de monitores. Y eso es algo muy bonito.
- ¿De dónde procede el alumnado?
-Se piensa que suele ser asturaino y es más bien lo contrario. Tenemos un 60% de gente de fuera. Hasta el momento hay niños inscritos de catorce países diferentes. A veces no tenemos la percepción de todo lo que supone Mareo como Escuela de Fútbol fuera de Asturias. Viene gente de México, Estados Unidos, Italia, República Dominicana, ¡Dubai!... Eso habla y muestra el poder de Mareo como escuela y también como campus.
- Mareo aportará seis futbolistas más al primer equipo la próxima temporada.
-La cantera es una de las señas de identidad del club. Mareo es la cuna, el corazón. Siempre que se mira a la casa los resultados son buenos. Pese a que el primer equipo no logró el objetivo, el resto de resultados de los equipos que vienen de abajo demuestran que hay esperanza y buen trabajo.
- ¿Cómo valora su primera campaña como coordinador de los equipos de la Escuela de Fútbol de Mareo?
-Hemos puesto un montón de esfuerzo para implementar y dar un giro a algunas cosas. Hemos creado una escuela de padres; formación en primeros auxilios para los chiquillos; desarrollado sesiones específicas de tecnificación junto a profesionales del club... Terminamos la temporada con trece equipos y 165 alumnos. La que viene habrá dos equipos más, un nuevo cadete y otro de pro-fútbol.
