Valladolid examina el primer proyecto de Ramírez

El Sporting arranca ante un hueso durísimo su primer curso realmente de cero desde la llegada del Grupo Orlegi

Miguel Ángel Ramírez, en Mareo, durante esta pretemporada.

Miguel Ángel Ramírez, en Mareo, durante esta pretemporada. / Juan Plaza

Andrés Menéndez

Andrés Menéndez

Mermado por la bajas y a la espera de un "9" que, salvo sorpresa, remate el proyecto, el primer proyecto de cero de Miguel Ángel Ramírez en el Sporting comienza esta noche (21: 30 horas, #Vamos) y lo hace además en una plaza muy complicada: el Valladolid de Ronaldo y de Paulo Pezzolano será el mejor termómetro para marcar la ambición del segundo curso de Orlegi Sports en Mareo. Es solo la primera parada de la maratón, y ni siquiera la plantilla está totalmente cerrada. Pero el duelo será seguro un desafío durísimo para el equipo rojiblanco ante la fortaleza de un rival candidato al ascenso y que cuenta con la ayuda del descenso con un presupuesto muy superior.

Conscientes de los errores cometidos en el pasado, en Mareo huyen de metas, evitan hablar alegremente de "play off", y abogan ahora por un cambio en el discurso tirando del clásico "partido a partido" que inventó Simeone. Nadie habla ya de objetivos, sino de rendimientos.

Las circunstancias del club, marcadas por el tope salarial, y las situaciones contractuales de algunos "transferibles" han obligado al área deportiva a tirar de ingenio para armar un proyecto de acuerdo a las peticiones de Miguel Ángel Ramírez. A la espera de Pascanu, cerrado definitivamente, los fichajes del proyecto hoy por hoy se cuentan con los dedos de una mano ante la dificultad de moverse. "Debemos reducir el margen de error", admiten en el club. Mientras que la operación retorno se postula como el mejor de los complementos para renovar una plantilla que a nivel interno consideraban desgastada. La salida de algunos veteranos se ha juntado a la cesión de Milovanovic, y los traspasos de Pol Valentín, y, sobre todo, Pedro Díaz, propiciando algunos cambios estructurales en el plantel. La sensación es que las circunstancias han sido las que han condicionado los planes deportivos y que al entrenador canario, con su primer verano para trabajar, le habrían gustado más movimientos, además de retener a Pedro, con una clara voluntad de salir. Ramírez, en cualquier caso, ha demostrado cintura y mantiene que ese "proceso" de cambios será bueno en el medio plazo. Unos setecientos sportinguistas ya han anunciado que estarán en el José Zorrilla en el regreso de La Mareona a Valladolid. La plaga de lesionados en esta atípica pretemporada ha dejado con lo justo al preparador. Empeñado en forzar a una salida a Campuzano, ha tirado del filial para completar la convocatoria: Montes, Kembo, Valentín y Esteban Lozano.

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