Segunda División | Los equipos asturianos

La UVI, años de rehabilitación y el sueño cumplido de Paula: la historia del "último fichaje" del Sporting

Una moscona víctima de un brutal atropello con solo seis años se incorpora al Sporting Genuine tras años de rehabilitación

Paula Llorente.

Paula Llorente. / Marcos León

Ángel Cabranes

Ángel Cabranes

20 de julio de 2012. La Mata, Grado. Paula Llorente, una niña de seis años, juega delante de casa con sus dos hermanos mayores. Lo que empezó como un día más, acabó en el antes y después de una familia marcada por un trágico atropello a la puerta de su domicilio. Paula, arrollada por un vehículo al intentar cruzar la carretera, sufrió un traumatismo craneoencefálico grave que le llevó a estar un mes en la UVI del antiguo Hospital Central de Asturias. Multitud de visitas médicas, una larga estancia en un centro especializado de Barcelona y una lenta rehabilitación en casa que encontró en el fútbol su mayor empuje. Ahora, esta moscona de 18 años es feliz dando patadas al balón en el Sporting Genuine, equipo y deporte que siempre vio como algo inalcanzable desde el televisor. Victoria personal y orgullo de sus padres, María José y Fernando. Lección de vida.

El fútbol puede ser un apoyo poderoso. Lo sabe bien la familia Llorente López. En los años en los que Paula iniciaba su rehabilitación en el Hospital de Neurorrehabilitación Institut Guttman, pocos imaginaban que aquella niña asturiana acabaría jugando al fútbol. "Volvió a casa caminando y hablando. Mal, pero sabíamos que no nos podíamos quedar ahí, que había que seguir trabajando", explica María José, la madre de quien ha sido esta temporada uno de los fichajes del Sporting Genuine. Ella, afectada por una discapacidad visual, sabía a lo que se enfrentaba su hija pequeña. No rendirse fue el primer triunfo. Por el camino, reconoce, batallas, disgustos y alguna que otra zancadilla.

Paula, una niña sana, con toda la vida por delante, acabó con un grado de discapacidad del 65%. Las consecuencias fueron más allá. "Empezó a sufrir discriminación en el colegio. Antes la invitaban a todos los cumpleaños. De repente, nadie jugaba con ella", recuerda su madre. Tragos difíciles que, como ella misma admite, afectaron a su hija. "Tiene un déficit, pero no es tonta. Lo pasó mal y hubo capítulos en los que vivió que se rieran de ella", explica. De la rabia, a encontrar caminos sobre los que apoyar su recuperación. Nadie como una madre para encontrarlos. No tardó en hacerlo.

"¿Sabe lo que es ir caminando por la calle y que tu hija te pregunte: ‘Mami, ¿por qué la gente me mira así?’", pone, como ejemplo María José. Aquello no se ha borrado de su mente. Tampoco su respuesta. "Pau, te miran porque eres muy guapa, hija", le respondió entonces. No hace tanto que tuvo que repetir la respuesta. "Hay que cambiar tantas cosas. La sociedad tiene tanto que aprender", reflexiona. Cree que se han dado pasos en la integración, pero que "aún nos falta mucho por avanzar".

La familia de Paula celebra haber encontrado espacios como el Centro de rehabilitación funcional, Reintegra, en Latores. Su evolución allí dio paso a tomar contacto con el deporte y, entre varias actividades, a ella le tiraba especialmente el fútbol. "Empezó a entrenarse con el Oviedo", detallan de lo que desató un torbellino de energía. Su mayor ilusión. El caso es que a ella le tiraba más el rojiblanco, porque "en casa siempre fuimos todos del Sporting". El verano pasado surgió la posibilidad de materializar un fichaje que lo catapultó un poco más todo. El Sporting, que trabaja con todas las escuelas de educación especial del Principado a través de un convenio integrado en la Fundación, le planteó la posibilidad de sumarla a su plantilla. Fue así como Paula pasó a ser una de las jugadoras de sus equipos, en este caso, el denominado Marea Rojiblanca. No dudó en aceptarlo. Ahora ya se entrena con "el primer equipo", el Genuine.

"Puedo decir que es una niña súper feliz y no hay mayor meta para uno padres que conseguir eso", resume María José. Atrás, momentos de angustia como las crisis de ausencia. Hasta el punto de que Paula ya "vacila" al mediano de sus hermanos. "Hugo jugó toda la vida en el Mosconia y ‘¿sabe lo que le dice Paula? ‘Tú todo el tiempo ahí y al final mira quién ha llegado al Sporting’", detalla, entre risas. Un reflejo de la alegría recuperada en casa, el mejor gol convertido en la sonrisa de Paula.

Paula Llorente, junto a la plantilla del Sporting Genuine.

Paula Llorente, junto a la plantilla del Sporting Genuine. / Marcos León

"Sabíamos que su adaptación iba a ser muy buena"

"Tiene unos valores y una forma de entender el deporte en equipo que encaja a la perfección con nuestra filosofía". Diego Fuertes es el coordinador del equipo Genuine del Sporting y quien más ha estado encima para que Paula Llorente encontrara en Mareo, su casa. "Sabíamos que su adaptación iba a ser muy buena. Desde el primer día que comenzó en nuestra Escuela Genuine de Latores, demostró que sería una valiosa incorporación a nuestro equipo. Sabe de la importancia del compañerismo, disfruta de cada entrenamiento y es consciente del privilegio que supone formar parte del Sporting Genuine", subraya sobre una primera temporada en la que todavía no ha tomado parte en las fases nacionales de la Liga Genuine, pero el proceso invita a que lo haga pronto. "Su entorno familiar favorece mucho su adaptación al equipo. Comparten nuestra manera de ver este proyecto y entienden, igual que nosotros, que esta es una muy buena oportunidad para que Paula adquiera nuevos aprendizajes a través del deporte y colaboran en todo lo posible", amplía Diego, quien pone en valor tanto su evolución, como lo que ha contribuido al crecimiento del resto de sus compañeros. En esta rápida y buena adaptación de Paula ha jugado también un papel importante Vane González, prima de su padre y la persona encargada de llevarla semanalmente desde Grado a Mareo para entrenarse. "Formamos un gran equipo", dice la madre de Pauli.

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