Segunda División | Los equipos asturianos

La carrera de fondo de Mario González: un plan especial que comienza ante un rival que preguntó por su fichaje

El delantero, pretendido por el Racing en enero, busca un golpe de efecto tras una compleja adaptación

Mario González y Matos, en el Sporting-Burgos disputado en El Plantío.

Mario González y Matos, en el Sporting-Burgos disputado en El Plantío. / Ángel González

Andrés Menéndez

Andrés Menéndez

"El Sporting se lleva a un gran delantero", admitía un reputado director deportivo de la categoría nada más anunciar el club rojiblanco la contratación, en forma de cesión, de Mario González. Mermado por los diferentes tiempos de la competición en la MLS, como su escaso protagonismo en Los Ángeles FC, hasta la fecha "el Pistolero" no termina de arrancar en Gijón. De momento, su contador sigue a 0. Ha dejado alguna pincelada de calidad, pero sin impacto alguno. Y el proyecto continúa echando en falta la figura de un "9". Un dolor de cabeza para la dirección deportiva que lidera Gerardo García, que tiene su gran lunar en llevar a Mareo un delantero que ofrezca rendimiento. Ahora, el ariete, que ha mantenido un perfil bajo en el día a día, aspira a dar la vuelta a la situación en el momento decisivo del campeonato. Justo a tiempo. La primera parada tiene además su singularidad porque el Racing de Santander de José Alberto, que visita este sábado El Molinón, fue precisamente uno de los varios clubes de la categoría que se interesó el pasado mes de enero en su contratación. Pero las cifras eran inasumibles para el área deportiva que lidera Mikel Martija.

En México dieron luz verde a una operación costosa, que llevó al Sporting, encorsetado por su estrecho tope salarial, al límite. Las cifras andaban por los 500.000 euros, según sostienen fuentes, por seis meses tras acceder el Sporting a pagar prácticamente la mitad de la ficha que percibía el jugador, de 28 años, en Los Ángeles FC. La negociación, que recogía una opción de compra por unos 3 millones, fue percibida por los técnicos como un movimiento ganador. Antes se había intentado firmar a Asier Vilallibre y tanteado a Karrikaburu. Pero Mario González, por perfil y bagaje, llenaba. No había dudas.

Un plan especial. En Mareo le han protegido durante un proceso que está siendo complejo. No es inusual, porque esa dificultad para adaptarse es un mal endémico que tienen la mayoría de delanteros que llegan en enero a una categoría rígida, táctica y defensiva como es Segunda, donde no abundan los "killers". Además, con la merma del estado físico. Con algún problema en las cargas y la aparición de fatiga muscular, Ramírez y su equipo abogaron por darle margen para evitar la aparición de nuevos problemas musculares tras meterlo de golpe en El Plantío, en un encuentro donde fue relevado al descanso. También para descargar una mochila que pesa lo suyo. "Entras en una frustración en la que tratamos de ayudarle para que primero esté en una forma óptima. Que eso le pueda repercutir en serenidad", calmó el entrenador.

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