Adiós a la lavadora: el nuevo método de limpieza con paños que revolucionará tus rutinas

Esto es lo que debes aplicar en su lugar

Adiós a la lavadora: el nuevo método de limpieza con paños que revolucionará tus rutinas

Adiós a la lavadora: el nuevo método de limpieza con paños que revolucionará tus rutinas / Freepik

Se acabó malgastar electricidad por dañar una pieza clave en nuestros conjuntos diarios. Aunque parezca una afirmación un tanto contradictoria, lo cierto es que meter tu calzado en el electrodoméstico podría estar generando el efecto contrario al que realmente buscas. Por eso, te recomendamos que dejes a un lado la solución rápida -pero costosa- y comiences a aplicar la manual -y barata-.

No te lleves las manos a la cabeza antes de tiempo porque tampoco consumirá todo tu rato de descanso. Tan solo necesitarás un poco de paciencia y unos minutos de tu tiempo para dejar tus zapatillas blancas como el primer día. ¿Qué es lo que necesitas para poner este truco en práctica? Pues solo son cuatro productos: tu quitagrasas de confianza, una bayeta, un cepillo de dientes y un poco de Cif en crema.

En primer lugar, rocía el quitagrasas por toda la superficie y extiéndelo bien con la bayeta un poco humedecida, de tal manera que quites toda la suciedad de manera superficial. Esto ayudará sobre todo a eliminar las incrustaciones y los roces de las zonas de material similar a la piel. Una vez hayas frotado bien, es el turno de la crema Cif, que promete devolverle el color blanco sobre todo a la parte textil como lengüeta o detalles más específicos de la zapatilla. Esta deberás aplicarla con un cepillo de dientes para eliminar en profundidad las incrustaciones, que en estos materiales son mucho más difíciles de sacar.

Es importante que tampoco te olvides de las zonas laterales de la suela, por donde solemos rozar más el calzado y dejar marcas mucho más difíciles de sacar. Si te resulta muy complicado sacar algún resto, hay un truco casero, de esos que llaman de la abuela, que podría ayudarte bastante. Tan solo deberás ir al cuarto de baño y echar mano de la pasta de dientes.

Con un cepillo viejo de cerdas duras -este tejido no se dañará con su grosor- o con un paño, repártela bien por todas partes y ponle la presión suficiente para que actúe. El dentífrico es popularmente conocido por ayudar al blanqueamiento de este tipo de elementos, aunque no solo se utiliza en la ropa. Prueba a aplicarlo sobre tus plásticos amarillentos y combínalo con otra serie de trucos caseros de nuestra sección de Decoración.