Hablan los concursantes que provocaron la derrota de Orestes en El Cazador: "No me lo creía"

Lo más emocionante de los concursos televisivos es que en cualquier momento puede saltar la sorpresa. Cada día pasan por sus platós rostros desconocidos que quisieran ocupar el lugar de los concursantes del momento para pasar a la historia de la televisión y, de paso -motivo de mayor peso en la mayoría de los casos- llevarse un buen puñado de dinero a casa.

Hay algunos casos en los que el derroche de conocimiento es tal que los concursantes se quedan a vivir en el progama y parece que no habrá forma de echarlos, como bien pasó con Orestes Barbero en Pasapalabra. El burgalés parecía invatible hasta que, finalmente, resultó serlo. Su duelo contra Rafa Castaño se convirtió en el más largo del concurso y, a pesar de que todo apuntara a lo contrario, el millonario bote terminó escapándose entre sus dedos.

No obstante, este solo fue el inicio de la proyección laboral entre platós del concursante. Tras su salida de Antena 3, Orestes fichó por la televisión pública para ocupar la vacante en 'El Cazador'. Desde entonces, Barbero cumple justo el papel contrario al que ocupaba en Pasapalabra: intenta ponerle todas las trabas posibles a los concursantes que se baten con él.

Buen perder

Orestes es humano y esta vez no pudo vencer a cuatro contrincantes que estuvieron tan a la altura que consiguieron el segundo premio más alto de la historia del programa: 110.000 euros. Pero el burgalés tiene buen perder y quiso darle la enhorabuena a los concursantes a través de su perfil de Twitter, aunuqe también en persona: "Solo puedo decir que es un orgullo que vengan concursantes así. Toda una alegría cuando se llevan el premio al ganarlo tan a pulso. Emocionante".

Además, la cuenta oficial de 'El Cazador' ha homenajeado a los ganadores con un vídeo recopilando las palabras de los ganadores, como Okaña: "Se lo dedico a toda mi familia, pero sobre todo a mi madre, que dijo que me preguntaran cosas que me supiera".

Otro de sus compañeros añadía que "le estaba cogiendo el gusto a eso de los concursos". Otra cumplía su sueño de comprarse un arpa y, sobre todo, "no se lo creía". El último de ellos quiso agradecérselo a sus compañeros y le mandó un bonito mensaje a su casa, puesto que había conseguido el dinero para hacer un viaje prometido.