Avilés recuperó este fin de semana su pasado más veloz. El entorno de la ría se transformó en un improvisado circuito de dos kilómetros de recorrido para acoger la primera edición de la carrera de motos clásicas «Villa de Avilés», organizada por la asociación Motayco con el fin de recuperar aquellas competiciones de velocidad sobre dos ruedas que se dejaron de celebrar en la ciudad en 1962. «En Avilés siempre ha existido pasión por las motos, en 1949 ya tuvo lugar una carrera y las competiciones se sucedieron hasta principios de los años sesenta del siglo pasado», explicó uno de los responsables de Motayco, Isaac Ramírez, que añadió: «La idea es consolidar esta cita y repetirla cada año para que cada vez sea más importante».

El rugido de la Bultaco Metralla, la elegancia de la Laverda 500, la Ossa de 250 cc., la Ducati 450 GP o la Aermacci 400 del experimentado piloto Pedro Mújica -que en su día compartió parrilla con figuras como Ángel Nieto o Joan Garriga- embelesaron a una ciudad que se puso a dos ruedas y respiró un excitante olor a gasolina durante todo el fin de semana. «Gracias a este tipo de eventos se conservan motos que son auténticas maravillas. El mundo del motociclismo ha cambiado mucho desde que yo corría, pero esto sigue siendo igual que antes», explicó Mújica, que a pesar de superar los 60 años no tiene previsto bajarse de la moto «mientras el cuerpo aguante». La prueba, puntuable para el campeonato de Asturias, juntó en Avilés a 28 pilotos de toda la geografía española con máquinas de dos y cuatro tiempos anteriores al año 1980 y de origen no japonés.

El sábado tuvieron lugar las verificaciones, los entrenamientos libres y los oficiales, pero también fue el mejor día para disfrutar de las motos en el «paddock» instalado en la avenida del Conde de Guadalorce. «He venido desde Gijón para admirar motos que no había visto desde que era joven, lo cierto es que son una maravilla», explicó Enrique Valdés mientras contemplaba una Asbaf 500. El tirón de las «viejas glorias» también atrajo a Avilés a sus descendientes y la ciudad se llenó de CBR, Ducatis Monster o Suzukis GSR que acudieron a la cita.

A lo largo de la mañana de ayer se celebraron las carreras de las distintas categorías, divididas en función de la cilindrada. En la categoría B (entre 175 y 350 c.c.) resultó vencedor Antonio Irizíbal Riva, seguido de Francisco María García y Manuel Lousada-López. En la C (entre 250 y 500 c.c.) ganó Pedro Mújica , segundo fue Ricardo Carrera y tercero el avilesino José Bruno Heres. En la categoría D (motocicletas de sport con cilindradas no superiores a 500 c.c.) el orden fue el siguiente: primero Jorge Quirós, segundo José María Arenillas y tercero Julio Sarasola.