El emblemático velero, restaurado después de que un incendio arrasara su estructura en 2007, reabrirá en Londres sus puertas mañana a los visitantes, el primero de los cuales será la reina Isabel II. La embarcación, mostrada ayer a la prensa, se erige ahora tres metros desde el fondo del dique seco, por encima del muelle de Greenwich, en el sureste de la capital británica. Esta modificación, introducida como parte de los trabajos de reforma, permite a los visitantes observar de cerca el casco y la quilla, y caminar con el velero sobre sus cabezas.