Mary Donaldson, el viaje de una joven plebeya australiana hasta el trono de Dinamarca

En su segunda aparición pública, este miércoles, 3 de enero, tras el anuncio de Nochevieja de la reina Margarita de Dinamarca de que el próximo 14 de enero firmará su abdicación, su heredero, Federico (55), y su esposa, la princesa Mary de Dinamarca (51), se han mostrado sonrientes ante las cámaras, pero no se han dedicado ni una sola mirada ni gesto cómplice. Están a punto de convertirse en los reyes de Dinamarca y deben parecer fuertes a toda costa, pero se les notaba tirantes y con las mandíbulas apretadas. "Dientes, dientes", como diría la Pantoja.

Se saben en el centro de todas las miradas, y en medio de una tormenta mediática provocada por los últimas polémicas del primogéntito, con sus fotos en toda la prensa internacional con Genoveva Casanova, la 'socialité' mexicana afincada en España y ex de Cayetano Martínez de Irujo, recorriendo juntos Madrid.

El escándalo habría precipitado la jubilación de Margarita (83), dicen que forzada por el ultimátum de la esposa dolida: "O somos reyes ya, o esto se acaba", según ha revelado el director de la revista 'Lecturas', Luis Pliego.

Los reyes no se divorcian

No es el primer rumor de infidelidad que tiene que tragarse Mary Elizabeth Donaldson desde que hace casi 24 años conoció al díscolo y faldero heredero danés en los JJOO de Sídney 2000 [por cierto, los presentó durante una noche de copas el primo Felipe de Borbón]. En 2017 trascendió que Federico habría pagado por los servicios de una 'scort' de lujo. Pero a la fuerza, ahorcan, y una de las más célebres plebeyas que ha dado Tasmania, además de los actores Simon Baker o Errol Flynn, lleva años preparándose para soportar el peso de la corona y saber de sobras que los reyes no se divorcian.

Primera australiana coronada

¿Quién le iba a decir a la chica de clase media que creció en el suburbio residencial de Taroona, en una casa cerca del río Derwent, junto a sus tres hermanos mayores -Jane Alison (58), farmacéutica, Patricia Anne (56), enfermera, John Stuart (53), geólogo- que algún día se convertiría en la primera reina que ha dado Australia, las antípodas adonde fueron llevados a finales del siglo XVIII numerosos convictos británicos?

Mary es la benjamina del matrimonio formado por un profesor de matemáticas y una secretaria, ambos nacidos en Escocia y que emigraron a Australia tras su boda en los 60. Su madre murió en 1997 y su padre se volvió a casar en el año 2001 con una novelista británica.

Estudió en escuelas locales y luego, se licenció en comercio y derecho en la Universidad de Tasmania (1994), donde ejerció como capitana del equipo de hockey. También hizo marketin, y se mudó a Melbourne y Sídney. Hasta 1998 estuvo saliendo con un chico, Brent Annells, con quien conservó la amistad luego, e incluso llegó a invitarle a su boda real (él declinó la invitación y en su lugar envió a su hermano).

Mary trabajaba como publicista cuando conoció al príncipe heredero, el 16 de septiembre de 2000. Según ha descrito el periódico 'Sydney Morning Herald', la futura reina estaba con varias amigas en el bar Slip Inn, discutiendo sobre si les gustaban más los hombres con pelo en el pecho o sin, y entonces, aparecieron el príncipe Federico, acompañado de varios primos 'royals', todos con camisas abiertas. La publicista no tenía ni idea de que el chico con el que empezó a hablar sin parar era el heredero danés. Y no pararon de hablar durante las semanas que el príncipe estuvo en Australia.

Romance a distancia

Así comenzaron un romance secreto a larga distancia. Él viajó varias veces a Australia durante 2001, y la revista real danesa, 'Billed Bladet', siguió al príncipe para conocer a su "novia secreta australiana, Mary, una bonita, extrovertida, talentosa y quizá futura princesa heredera".

Como la relación iba en serio, Mary abandonó su puesto de trabajo (después renunció a su ciudadanía y a su religión, antes, presbiteriana, y después protestante-luterana) y se trasladó a París, para evitar la presión mediática de Dinamarca. Trabajaba como profesora de inglés en una escuela de negocios y de vez en cuando volaba a Copenhague, al Castillo de Amalienborg.

Aprendió danés antes de que en octubre de 2003 el Consejo de Estado y la reina Margarita, a regañadientes, anunciaran la boda con el príncipe heredero, que se celebró en mayo de 2004 (pocos días antes de la de Felipe y Letizia). Es madre de cuatro hijos, Christian, que el pasado octubre cumplió 18 años, y que se convertirá en heredero desde el 14 de enero, Isabel (2007), Vicente Federico (2011) y Josefina (2011). Y cabe destacar la decisión de la reina Margarita de hacer que Mary firmara nuevas capitulaciones matrimoniales dos años después de su boda, con la intención de evitar a las arcas reales un nuevo divorcio millonario, como el que vivió con su otro hijo, el príncipe Joaquín.

Pasión por los zapatos

Como la reina española, Máxima Zorreguieta, en los Países Bajos, y Kate Middleton, princesa de Gales, se convirtió en el objeto de deseo de las firmas de moda. Su estilo es clásico en su día a día, con vestidos y faldas midi, en colores neutros y suaves estampados. Pero por lo que más destaca es por sus zapatos, su gran debilidad, siempre de grandes casas de lujo. Para las ocasiones de gala, opta por los vestidos largos con pedrería, sin estridencias, y manga larga.

Depresión

Como antes lo hicieran otras princesas, como Diana de Gales, Charlène de Mónaco o Victoria de Suecia, que hablaron en público de sus problemas de salud mental, 'la princesa del Mar del Norte' explicó el pasado noviembre en un programa de la televisión danesa que había sufrido depresión. "La princesa heredera ha trabajado durante muchos años para combatir la depresión y centrarse en la salud mental. Al mismo tiempo, la naturaleza -y la importancia de cuidarla- es una parte esencial de la vida y del trabajo de la princesa heredera", rezaba la promo del espacio, que se grabó poco antes de la de estallar la última bomba de Federico y Genoveva.

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