Después de varios días de sol y temperaturas veraniegas, la lluvia volvió a Oviedo y lo hizo con mucha fuerza. La tromba de agua que cayó sobre la ciudad a eso de las seis y cuarto de la tarde de este miércoles cogió desprevenidos a muchos viandantes, que habían salido a la calle en mangas de camisa y sin paraguas dejándose llevar por la tendencia de los últimos días. No en vano, el termómetro del Campo San Francisco llegó a marcar 32 grados a las tres del tarde.