La otra Tamara se casó en Oles y llegó a la iglesia con un burro y en una xarré

La parroquia de Villaviciosa celebró este sábado una boda "mariñana" muy especial, cargada de elementos tradicionales de la zona

Vicente Alonso

La hija de Isabel Preysler no fue la única Tamara que se casó este sábado. En la parroquia maliayesa de Oles se celebró la boda de Tamara Tuero Serdio y Moisés Piquero Crespo, vecino de Puelles. Fue un enlace que también resultó muy especial y que ha sido bautizado por los asistentes como "la primera boda mariñana". La feliz pareja culminó la historia de amor que comenzó cuatro años atrás en las fiestas del Portal de Villaviciosa con la novia llegando a la iglesia parroquial de San Félix a bordo de una xarré asturiana, tirada por un burro y conducida por Rubén Fernández, primo de Tamara, ataviado con el traje tradicional de les mariñes de Villaviciosa.

Como manda la tradición, todo comenzó con la salida de la radiante novia de su casa del Barrio Nuevo, acompañada de su padrino de boda y padre, Miguel Tuero Varas, en dirección a la iglesia románica de San Félix. En el recorrido hacia el templo aguardaba una gran sorpresa para el novio, la madrina, los familiares y los casi dos centenares de invitados. Y es que Tamara y su padre aparecieron montados en una preciosa xarré asturiana, decorada con lazadas de hortensias rosas y azules de Oles. Iba tirada por un burro y guiada por uno de los primos de la novia, Rubén Fernández, ataviado de "aldeanu" a base de pantalones de mahón, camisa blanca, faja roja, boina y madreñes para completar aún más la auténtica estampa asturiana.

Uno de los momentos que todos esperaban impacientemente fue la llegada de la resplandeciente novia a la iglesia. Tamara Tuero y su padre fueron recibidos por el emocionado novio y la madrina, Remedios Crespo, radiante de felicidad por la boda de su hijo. Los familiares y amigos les dedicaron sentidos aplausos, mientras gritaban cariñosos vivas a la novia, al novio, los padrinos y los invitados. La música de gaita y tambor puso mayor emotividad a un momento que provocó algunas lágrimas de felicidad.

La boda fue oficiada por el párroco local, José Manuel Fueyo, mientras que el Coro Manín de Llastres puso más notas musicales asturianas a la ceremonia. Después de sellar su compromiso frente al altar y darse el "sí quiero", el ya feliz matrimonio salió del templo y fue recibido con una auténtica lluvia de arroz, pétalos de flores, besos, enhorabuenas y felicitaciones por parte de todos los asistentes. "Son los novios más guapos y la boda más asturiana que hemos visto nunca. La vamos a bautizar como boda mariñana", decían los invitados, tan emocionados o más, si cabe, que Tamara y Moisés, que se besaban y dedicaban cómplices miradas de amor

Tras la emotiva ceremonia todos los invitados se trasladaron hasta Amandi a disfrutar del convite y de una feliz jornada que muy pocos olvidarán. Oles celebró por todo lo alto la boda de su Tamara con orgullo mariñán.