Oda al pimiento en Villaviciosa

En la huerta que tiene Alex Ordieres en Amandi (Villaviciosa) no sólo se cultivan tomates, berenjenas, lechugas, repollos, acelgas, patatas, fabes o frutales. Aficionado a experimentar con nuevas especies que se aclimaten al medio asturiano, este maliayés ha conseguido recolectar también raras especies como el "pak choi", una verdura oriunda de China, o los "colinabos", cruce entre col y nabo originario del norte de Europa y de Norteamérica. Otras novedosas cosechas fueron en su momento las patatas de llamativos colores tanto en la piel como en la carne, con tonos morados, amarillos, negros o azules, y hasta nabos negros originarios de Asia.

Ahora, en la huerta de Ordieres, y como cosecha de verano, se pueden ver unos curiosos pimientos de la variedad Oda que sorprende por un llamativo e inusual color púrpura, así como por su exquisito sabor, más dulce que otras variedades de pimiento. "Se trata de una variedad originaria de América del Norte que se adapta a todos los climas y que es resistente a condiciones ambientales adversas, siendo una planta muy productiva al aire libre. Estoy muy contento, porque es el segundo año que lo intento y, aunque en Asturias le falta un poco de sol, con las veinte plantas que tengo espero conseguir centenares de piezas", subraya Ordieres, que está entusiasmado ante esta peculiar cosecha de pimientos morados.

Sobre los beneficios nutricionales de la singular variedad, Alex Ordieres explica que "son unos pimientos muy carnosos y sabrosos, una hortaliza rica en vitaminas A, C y del complejo B, en minerales y que posee propiedades antioxidantes. La piel morada proviene de las antocianinas, reconocidas por reducir el riesgo de hipertensión arterial. También es bajo en calorías y, por lo tanto, un alimento muy saludable", dice el maliayés mientras exhibe unos ejemplares.

Vocación

Ordieres es todo un experto en horticultura, formado con los cursos de producción agroecológica realizados en la Formación Profesional Agraria del IES de Luces (Colunga). Además, es auxiliar de enfermería y compagina actualmente su afición a la huerta con diversos trabajos de albañilería en la escuela taller del Ayuntamiento de Villaviciosa. No obstante, este maliayés declara que su gran vocación desde hace más de veinte años es la huerta y, sobre todo, experimentar con nuevos cultivos.

Sobre la novedosa cosecha, Ordieres dice que tiene la venta prácticamente comprometida. "Los pimientos que coseche los tengo ya todos encargados para un restaurante de alta cocina, ya que su inusual color y características se prestan para la decoración de platos, sofritos, ensaladas, recetas vegetarianas o para aportar un toque de emoción a un plato por su inesperado tono violeta intenso", subraya acerca de la exótica especie que, casi seguramente, se puede ver por primera vez en tierras asturianas.