Gijón se rinde al taichí en su día mundial: cerca de 70 personas ofrecen una exhibición

El arte marcial gana adeptos por su beneficio físico y mental: “Te hace sentir más fuerte, ágil y flexible”

Exhibición en Gijón por el Día Mundial del Taichi

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Empezaron en 2016 con apenas ocho personas, mostrando y descubriendo al público el arte marcial del taichí. Ocho ediciones después -solo fallaron en 2020 por la pandemia-, la exhibición del Club Taichí Xixón, para celebrar el día mundial de esta práctica, contó con la participación de 70 personas. Durante casi una hora realizaron diferentes formas, a nivel grupal y otras individuales, y lanzaron el mensaje reivindicativo de que la apuesta por la práctica del taichí va en serio. “Se ha demostrado que esta actividad tiene efectos en la salud, y que enseguida se notan los beneficios en el cuerpo”, destacó el profesor Juan Carlos Santos, impulsor y coordinador de la actividad.

Estaba prevista la exhibición para los Jardines del Náutico, para aprovechar la visibilidad de una de las zonas más concurridas de Gijón, pero la lluvia y el viento cambiaron los planes. Tocó resguardarse en la pista cubierta de Cimadevilla, junto al skatepark. Pero eso impidió que las ganas y la animación decayese. “Lo que queremos es festejar el día mundial, el crecimiento de esta actividad, acercarla a más gente, y disfrutar de una fiesta en la que nos juntamos y lo pasamos bien”, enfatizó Santos.

El taichí, un arte marcial milenario de origen chino, ha sido recientemente recomendado como un hábito muy saludable por parte del Ministerio de Sanidad, con el fin de combatir las pseudoterapias. “El beneficio es claro del trabajo físico y la mente. La gente se confunde, pero se trabaja muchísimo, no por ser un ejercicio lento no es potente, diría es muy potente”, comentó Juan Carlos Santos. “Tengo gente que ha cambiado su densidad muscular por el tema del ejercicio. Es bueno para las articulaciones, pero a la vez, al tener tantos movimientos, la gente está relajada, no piensas en otra cosa”, añadió.

Aunque se suele asociar más esta práctica deportiva a gente mayor que joven, ese cliché poco a poco se va rompiendo. Hay ejemplos en Gijón como el de Silvia García, que a sus 22 años también ejerce como profesora. “Hacía Kung Fu, pero el taichí me enganchó cuando lo descubrí”, relató, antes de exponer los motivos por los que recomienda su práctica a los jóvenes: “Es verdad que cuando empecé me vi con gente 30 o 40 años mayor que yo, pero está bien que lo practiquen para no llegar cascados a edades más avanzadas. Es un deporte muy sano, que trabaja mucho el cuerpo, sacas una musculatura impresionante. Y te vas a sentir más fuerte, ágil y flexible”.

El contraste del grupo lo pone María Jesús Sánchez, que a sus 74 años lleva ocho ya practicando taichí. “Soy una persona inquieta y me gusta probar cosas. Me vino muy bien porque al año de empezar noté cambios importantes en mi estructura física, en mi forma de hacer, no canso, no tengo problemas de ciática ni de salud. Y a partir del tercero cogí ese gusanillo de aprender a hacer nuevas coreografías”, explicó. En su caso son tres horas las que emplea en la práctica cada semana. “Consigues que tu cabeza esté con tu cuerpo y para mí es algo mágico. Me siento diferente y mucho mejor”, enfatizó.

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