El ex alcalde de Cudillero se incorpora hoy a su escaño en el Parlamento regional y cierra la crisis que su baja médica provoca en el PSOE regional, al poner en peligro la aprobación de la ley del sector público autonómico en la que su voto resulta decisivo. El ex regidor pixueto, imputado en tres procesos judiciales, estaba de baja médica por una angina de pecho desde hace más de un mes. Los dos partidos que, junto al PSOE, sostienen al Ejecutivo regional, IU y UPyD, están convencidos de que esa reforma legal saldrá adelante el próximo viernes con el voto de Francisco González.

La aparente contradicción entre la FSA, que anunció la vuelta inmediata a la Junta del ex alcalde de Cudillero después de que sus dos socios preferentes urgieran a una solución al Gobierno regional, y Francisco González, que se ha había remitido a la decisión de su médico, dio paso ayer a un mensaje plenamente coincidente de ambas partes. Tanto el partido como el diputado por la circunscripción occidental aseguraron que el regreso tendrá lugar, probablemente y «si no hay novedad de última hora», en la sesión plenaria de hoy, en la que habrá votaciones y en la que el presidente, Javier Fernández, también tendrá que someterse a las preguntas de los partidos de la oposición. Antes, en la sesión plenaria de la tarde de ayer, el portavoz y jefe del Grupo parlamentario Socialista, Fernando Lastra, estuvo de lo más solicitado en los pasillos del hemiciclo, primero por el diputado regional y secretario de organización de la FSA, Jesús Gutiérrez, y luego por el portavoz de IU, Ángel González.

La ausencia, por baja médica, del ex alcalde pixueto había ocasionado varios reveses al Gobierno regional, en forma de votaciones perdidas en los plenos de las últimas semanas. El estrecho margen con el que cuenta el Ejecutivo de Javier Fernández quedó en evidencia en la sesión de la pasada semana cuando salvó «in extremis» las enmiendas de totalidad al proyecto de ley del sector público, apoyadas por Foro y el PP. Hubo que repetir las votaciones hasta tres veces con idéntico resultado: empate a 22 votos, que en este caso favorecía al Gobierno, ya que las enmiendas de foristas y populares no prosperaban en caso de igualdad.

La reacción de IU y UPyD, ante ese resultado tan apretado, no se hizo esperar. El empate registrado en ese debate de totalidad no serviría al Gobierno en la votación final de la ley, dentro de una semana. Los dos partidos que, junto al PSOE, sustentan al Gobierno urgieron a una solución al término de la Junta de Portavoces de esta semana, por boca de sus «pesos pesados» en la Junta, Ángel González e Ignacio Prendes. «Esta situación no tiene ningún futuro», llegó a plantear el portavoz de la coalición, después de que Lastra deseara «un pronto restablecimiento» a su compañero de grupo, Francisco González, y de que recalcase que la baja médica y las imputaciones judiciales del ex alcalde pixueto son situaciones totalmente distintas. El portavoz del Gobierno, Guillermo Martínez, dejó caer que la cuestión debía debatirse en el Grupo parlamentario Socialista, pero eludió extenderse en más valoraciones

La compleja situación pareció desencallar ayer. Mientras la FSA daba por inmediato el retorno de Francisco González, los otros dos partidos que respaldan al Gobierno socialista, IU y UPyD, se mostraron convencidos de que la primera ley para la reforma del sector público regional saldrá adelante con sus votos y los de todos los diputados socialistas, incluido el de Francisco González. Fuentes parlamentarias apuntaron la posibilidad de que la votación de esa ley coincida, el viernes de la próxima semana, con la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Asturias sobre si abre o no juicio oral al ex alcalde de Cudillero por la primera de las imputaciones, la referente a los supuestos cobros ilegales a los hosteleros para que los agentes realizasen labores de vigilancia durante las fiestas. «Parece que negocian una salida ordenada del diputado en el caso de que el juez decida abrir juicio oral», aseguraron esas mismas fuentes.