Vicente Gotor confiesa que atraviesa los meses más duros en el Rectorado tras acabar el curso de los recortes. El máximo responsable de la Universidad de Oviedo reclama, en la primera entrevista de su segundo mandato, cohesión interna y apoyo autonómico para superar la delicada coyuntura económica.

-Fin de curso. ¿Se le ha hecho largo?

-Ha sido un curso muy duro. Indudablemente, el más duro desde que llegué al Rectorado en 2008. Este año ha sido tan complicado como los cuatro anteriores juntos. Todo el mundo sabe lo que nos ha afectado el recorte presupuestario. Hacer tanto con tan poco no es fácil. Por suerte, hemos sacado adelante la docencia sin trastornos. Por contra, la investigación pasa un momento muy preocupante.

-¿Empeorará la situación a partir de septiembre, con las arcas al límite?

-Haremos todos los esfuerzos para seguir adelante. Lo que está claro es que una de las prioridades del equipo rectoral seguirá siendo mantener el profesorado y garantizar el relevo generacional.

-Entonces, ¿descarta reducir el número de contratados?

-Nuestra prioridad es que sigan los que hay. Hay algunas áreas que están envejecidas y que, en poco tiempo, necesitarán que estos jóvenes contratados den el relevo.

-¿En ninguna faltan docentes?

-Hacen falta más profesores asociados en ciencias de la salud, aunque parece que el Principado está por resolver este problema. En el resto de áreas, creo que las necesidades no son urgentes. Aun así, hay que tener en cuenta que, desde 2008, la plantilla ha disminuido en unos 200 profesores y alrededor de 75 miembros del PAS (administración y servicios). Esto se nota.

-El crédito de tres millones que acaba de pedir, ¿solventará la asfixia a corto plazo?

-Hay que mandar un mensaje tranquilizador, sin alarmar. El Principado nos ha autorizado esta semana a utilizar ese crédito de tres millones de euros. Con esta cantidad, prácticamente nos pondremos al día con los proveedores. Tiene unas condiciones muy ventajosas: la apertura cuesta cero y el interés es mínimo. Este dinero lo tendremos que devolver en diciembre. Hay que tener en cuenta que la Universidad no tendrá ingresos hasta septiembre, cuando se abonen las nuevas matrículas. También nos faltan por cobrar algunas transferencias de las administraciones. La cantidad que debe el Principado es poca. En cuanto al Ministerio, aún faltan por recibir dos millones y medio de euros por becas. Hasta septiembre tendremos problemas de liquidez. Por eso hemos pedido el crédito.

-¿Echa de menos un mayor apoyo financiero por parte del Principado?

-Hace quince días hubo una reunión con responsables de la Consejería de Educación y Cultura. Acudieron el vicerrector de Planificación Económica (Santiago Álvarez), la de Investigación (Paz Suárez Rendueles) y la gerente (Marta González Prieto). Es decir, el Principado sabe perfectamente cuál es la situación de la Universidad. Durante los últimos meses no hemos parado de hacer recortes. Además, creo que hemos dado muestras de austeridad desde que ocupo el cargo en 2008. Lo que ocurre es que los precios han subido y, por mucho que te preocupes en ahorrar, el gasto en luz y gas es mayor. En 2012 consumimos menos kilovatios que en 2011, pero la factura de la luz creció en 300.000 euros debido a la subida de los precios. Además, en los dos últimos años hemos recibido la gestión de una serie de edificios que implican un mantenimiento grande. Vamos a ver hasta dónde podemos recortar. Insisto: por encima de todo, lucharé por mantener el profesorado.

-La consejera Ana González negó hace días que la Universidad cuente con mala financiación. Y le instó a distribuir de otra forma los gastos. ¿Lo hará?

-Nosotros le hemos dicho cómo gestionamos los recursos. Si no es satisfactorio, que nos indique cómo hacerlo. Sinceramente, creo que hemos sido muy austeros. Los departamentos han sufrido un recorte del 40 por ciento, lo que supone un riesgo para el mantenimiento de muchas actividades. También hay que tener en cuenta la evolución que ha sufrido la aportación del Principado para pagar la nominativa (sueldos del profesorado). En 2008, la Universidad ponía dos millones de sus arcas y, ahora, tenemos que poner seis.

-¿Qué van hacer para frenar el deterioro de numerosas facultades y escuelas?

-Es un tema que nos preocupa mucho. Edificios como el de Derecho, Geología, Marina Civil... Hemos especificado al Principado, con pelos y señales, los problemas en estos centros. El monto total de las obras necesarias sería de ocho millones, lo que no quiere decir que haya que invertirlos todos ahora. La Universidad de Oviedo cuenta con 51 edificios. Y varios han crecido. Mantener eso cuesta mucho dinero.

-¿Cómo son las relaciones con el Gobierno de Javier Fernández en este contexto de estrecheces?

-No quiero conflictos con el Principado. Quiero lealtad. Creo que somos leales y lo hemos sido con cualquiera de los últimos tres gobiernos. Yo estoy aquí porque creo que puedo ser útil intentando optimizar recursos para la Universidad. Y a eso me dedico.

-La investigación se ahoga por falta de ayudas. ¿Son un alivio los dos millones de urgencia aprobados por el Principado?

-No solucionan mucho. Además, son una subvención, lo que significa que tenemos que adelantar el dinero y justificarlo en diciembre. Es decir, recibiremos los fondos en enero o febrero de 2014. No es lo que nosotros habíamos pedido. Pedimos que se hiciera como hasta hace tres años, cuando había un plan regional de ciencia. Por entonces se cofinanciaban los proyectos, liberando los fondos directamente. Además, ha sido el Principado el que ha distribuido ese dinero entre los diferentes proyectos, de una forma distinta a la que nosotros propusimos. Aun así, aprovecharemos al máximo lo que nos den.

-¿Es pura retórica decir que la ciencia desaparece en Asturias?

-Hay 33.000 firmas de protesta, procedentes de toda España, sobre la mesa del Ministro. El plan nacional sigue congelado. El regional está por hacer. Datos objetivos.

-¿Sabe cuándo estará listo ese plan autonómico?

-No lo sé. Lo que sí sé es que sería importante que contaran con la Universidad. No digo más.

-¿Se sintió engañado por el ex gerente, Eusebio González, al que cesó tras su presunta vinculación con el «caso Marea»?

-Llegó un momento en que perdí la confianza y, por eso, lo sustituí. Como el asunto está sub iúdice, no comentaré nada más. Fue una decisión dura, pero la institución está por encima de cualquiera de nosotros. Estoy muy contento con la nueva gerente. La Universidad, para los miembros del equipo rectoral, tiene que ser un fin y no un medio. Esta frase no la digo por nadie en particular.

-¿Qué balance hace de la adaptación de los doce primeros grados de «Bolonia», finalizados hace días?

-En general, positiva, teniendo en cuenta nuestros medios. Hay que recordar que estaba previsto contar con 120 profesores más para «Bolonia» y, ahora, hay 200 menos. Por eso, quiero agradecer el enorme esfuerzo del profesorado para ejecutar la reforma con un presupuesto negativo. En julio tendremos una valoración exacta de cómo han ido los primeros grados, asignatura por asignatura.

-¿Lo mejor y lo peor?

-A las prácticas se le han dado más importancia. Además, el alumno se maneja de forma más autónoma, al margen de la clásica lección magistral de toda la vida. En el lado negativo no todos los grupos tutoriales se han aprovechado adecuadamente. Habrá que mirar cómo se pueden mejorar.

-¿Le gustaría un nuevo modelo de tres años de grado más dos de máster, como defiende el ministro Wert?

-Siempre creí que era la mejor fórmula. Pero obligarnos a hacer cambios ahora, cuando apenas acabamos de estrenar el sistema, sería tremendo.

-¿Habrá cambios en el régimen de expulsiones por criterios académicos, como propuso en campaña electoral?

-Eso se ha hablado con el Consejo Social, órgano competente. Sigue en la agenda. Nuestra propuesta es que un alumno no pierda una convocatoria por no presentarse a un examen.

-El Principado ha congelado de nuevo las tasas de matriculación. ¿Satisfecho?

-Es una buena noticia, sin ninguna duda. Lo habíamos pedido y el Principado ha sido receptivo.

-Crecen los rumores sobre posibles candidatos a rector en 2016, cuando usted ya no se podrá presentar por la normativa vigente. ¿Le molesta?

-En estos momentos de crisis, algunas de esas personas deberían ser más prudentes. Debería haber lealtad institucional para tirar todos del mismo carro. Queda mucho tiempo para las elecciones. Si Dios me da salud, voy a seguir durante ese tiempo donde estoy, caiga lo que caiga. Las elecciones no van a ser mañana. Deberían esperar un poco.

-Llegado el momento, ¿apoyará a algún candidato?

-Tengo mis preferencias. Pero no es procedente hablar de este tema ahora. No daré nombres. No es momento de hacer campaña electoral ni de intentar desgastar al equipo rectoral.

-¿Le cogió por sorpresa el galardón que le acaba de conceder la Real Academia de Ciencias por su labor investigadora?

-Es un honor y una sorpresa. Me propusieron tres académicos, sin avisarme. Es muy satisfactorio que reconozcan una trayectoria que inicié hace cuarenta años.

-¿Qué le pide al próximo curso?

-Sin duda alguna, tener una mejor financiación.