Isidoro Álvarez (Borondes, 1935-Madrid, 2014) descansa desde ayer en la cripta de la madrileña Iglesia de San Ginés, muy cerca de donde desde 1989 yacen también los restos mortales de su tío y fundador de El Corte Inglés, Ramón Areces, y a pocos pasos de la sastrería de la calle Preciados donde en 1940 la empresa dio sus primeros pasos para, con el transcurrir del tiempo, convertirse en un auténtico gigante mundial de la distribución.

El mundo de la empresa, las finanzas, la política y la cultura se volcó ayer en la despedida al presidente de El Corte Inglés, fallecido el domingo en Madrid y cuya capilla ardiente estuvo instalada hasta las 14.00 horas de ayer en la sede de la Fundación Ramón Areces en la madrileña calle de Vitrubio.

Hasta allí se acercaron también centenares de ciudadanos anónimos a rendir homenaje a un hombre que, como dijo la infanta Elena, una de las primeras en llegar (a las diez de la mañana y al volante de su propio vehículo), era "una grandísima personalidad del mundo de la empresa". "España se queda sin uno de sus grandes hombres", sentenció la hermana mayor del rey Felipe VI.

El duelo por el empresario asturiano congregó a la práctica totalidad de los responsables económicos de los diferentes gobiernos desde 1982, desde Carlos Solchaga hasta Luis de Guindos, pasando por Pedro Solbes, Elena Salgado o el asturiano Rodrigo Rato, para quien la muerte de Isidoro Álvarez es "una gran pérdida" ya que "ha sido un ejemplo de profesionalidad y entrega". De Guindos, por su parte, destacó que el empresario de Borondes, concejo de Grado, "fue capaz de meter a El Corte Inglés en la vida diaria de los españoles".

La nómina de políticos, además de los muchos que ya habían acudido a la capilla ardiente el mismo domingo por la noche, no acabó en los citados y hasta la Fundación Ramón Areces se acercaron ministros actuales como José Ignacio Wert, Fátima Báñez o José Mauel Soria, que lo fueron en su día como María Teresa Fernández De la Vega, Jaime Mayor Oreja, Rodolfo Martín Villa, Eduardo Serra, que llegó acompañado por la Presidenta de la Fundación Barreiros, Mari Luz Barreiros, el Presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, la Presidenta de Castilla la Mancha y Secretaria General del PP, María Dolores de Cospedal, o el delegado del Gobierno en Asturias, Gabino De Lorenzo, quien expresó su "tristeza porque se nos ha ido un gran hombre del que como empresario no voy a descubrir nada, y del que quiero destacar su sencillez, su humanidad... Una persona normal a pesar de ser quien era y que siempre estaba en todo y siempre llevaba a Asturias presente".

El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, destacó, por su parte, la "inmensa pérdida" que representa el fallecimiento del presidente de El Corte Inglés para el mundo de la universidad, de la ciencia y de la investigación en España. Wert subrayó que la Fundación Ramón Areces, que Isidoro Álvarez presidía también, se ha distinguido siempre por una "incansable labor de estímulo a la investigación y a la excelencia científica". "Además de una pérdida para el mundo empresarial, y de una enorme pérdida para la familia de El Corte Inglés, cuyo modelo de gestión es admirable, admirado e imitado, ha sido una inmensa pérdida para el mundo de la universidad, de la ciencia y de la investigación en España", señaló.

Los compañeros empresarios de Isidoro Álvarez tampoco podían faltar para darle su último adiós y se pudo ver a los presidentes de Telefónica, César Alierta; Inditex, Pablo Isla; Iberdola, Ignacio Sánchez Galán; Endesa, Borja Prado; Mercadona, Juan Roig; del grupo Día, Ana María Llopis, o los asturianos Lalo Azcona y Blas Herrero. César Alierta, visiblemente afectado, aseguró que Isidoro Álvarez era una persona "irrepetible". "Lo que ha hecho por toda la familia, por todos los trabajadores de El Corte Inglés y por España es irrepetible. Ha sido un compañero y un modelo", subrayó Alierta, "era un tipo supersencillo y supernormal, al que yo mismo me he encontrado en las tiendas", finalizó el presidente de Telefónica. En parecidos términos se expresaron los presidente de Inditex y Mercadona, Pablo Isla y Juan Roig. Para éste último Álvarez era "una gran persona, muy trabajadora y honesta", que "ha hecho muchas cosas por El Corte Inglés y por España".

Por la tarde, en la iglesia de San Ginés, Isidoro Álvarez recibió sepultura tras el funeral. Allí, sin poder contener la emoción, daban su último adiós a Isidoro Álvarez su esposa, María José Guil, y las dos hijas del primer matrimonio de ésta, Marta y Cristina, el sobrino del empresario y quien se perfila como su sucesor al frente de El Corte Inglés, Dimas Gimeno Álvarez, o el recientemente nombrado adjunto a la Presidencia del grupo, Manuel Pizarro.

También asistieron al funeral el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón; el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González; la alcaldesa de la capital, Ana Botella, el consejero de Economía del Principado de Asturias, Graciano Torre, y un buen número de personalidades de la política y la empresa como Rodolfo Martín Villa, María Teresa Fernández de la Vega, Mariano Bermejo, José Antonio Segurado; el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri; el que fuera copresidente del Banco Santander Central Hispano, Jose María Amusátegui; el presidente de los empresarios madrileños, Arturo Fernández; Cari Lapique, Antonio Asensio, Jaime Terceiro (ex presidente de Caja Madrid), Alberto Alcocer, el empresario hostelero Lucio Blázquez o el presidente de Telecinco, Alejandro Echevarría, así como centenares de personas, entre ellas directivos y empleados de El Corte Inglés. En la despedida también estuvieron presentes el presidente de Editorial Prensa Ibérica (EPI) y del Instituto de la Empresa Familiar, Francisco Javier Moll de Miguel; la vicepresidenta de EPI, María Arantzazu Sarasola de Moll; José Manuel Vaquero, consejero delegado de EPI y director general de LA NUEVA ESPAÑA, y Asunción Valdés, directora de Relaciones Institucionales de EPI.

Todos ellos quisieron despedir a un hombre cuyo féretro fue recibido con aplausos de los transeúntes que a las ocho de la tarde se encontraban en la calle Arenal frente al histórico templo donde fueron bautizados, entre otros, Francisco de Quevedo y Lope de Vega, y que ayer, en palabras del párroco y Prelado de Honor de Su Santidad, monseñor José Luis Montes, vivía otra tarde "histórica" porque dio su último adiós a "uno de los hombres más grandes de la España contemporánea". Montes hizo en su homilía un encendio elogio de Isidoro Álvarez, al que, dijo, "todos deberíamos darle Gracias muy fuerte y muy alto". Añadió que el empresario fallecido es "un referente para el mundo empresarial español y un modelo para las generaciones presentes y futuras, ya que El Corte Inglés y la Fundación Ramón Areces, con Isidoro Álvarez a la cabeza, han constituido una gran apuesta por el progreso y la modernidad". Al final del oficio, el también sacerdote José María Martín Patino leyó unas palabras dedicadas al empresario asturiano.