El joven arquitecto lenense Manuel Sastre Fernández fue el elegido por el Montepío para desarrollar el proyecto de más de 30 millones de euros. También estuvo en el comité que valoró las propuestas de las empresas que se presentaron para construir la residencia. A preguntas de LA NUEVA ESPAÑA en 2014 y en la Comisión de Investigación de la Junta en enero de 2015 aseguraba que todo el proceso era correcto. Ayer, la Guardia Civil inspeccionó detalladamente su despacho, en una céntrica plaza de Pola de Lena.