Marta PÉREZ

Las mentes emprendedoras del futuro vienen pisando fuerte en la comarca. «Tal como están las cosas, con esta crisis y el paro, hay que pensar en el autoempleo como opción de futuro. Yo quiero estudiar algo relacionado con el mundo de la empresa». Noelia Bollero, alumna del Instituto de Educación Secundaria de Corvera se ha metido por primera vez este curso en la piel de una pequeña empresaria. Y la experiencia ha resultado del todo satisfactoria. El proyecto desarrollado por ella y sus compañeros de clase, «La Curuxa», es uno de los casi sesenta que se exhibieron ayer en un mercadillo de jóvenes emprendedores en El Parche.

El mercado, organizado por el Ayuntamiento de Avilés y la Ciudad Industrial de Valnalón, acogió las iniciativas de estudiantes agrupados en los proyectos europeos: Empresa Joven Europa (EJE) , Empresa en mi Escuela (EME), Empresa en mi Centro (ECE) y Jóvenes emprendedores Sociales (JSC). Los estudiantes comercializaron en este espacio los productos resultado de la actividad empresarial que desarrollaron en las aulas a lo largo del curso escolar.

Por ejemplo, la cooperativa «La Curuxa» eligió este nombre porque «es muy asturiano», y casa bien con el tipo de productos que ofertan: «todo tradicional», explican los jóvenes aprendices de empresarios, que a media mañana ya habían agotado la mitad de sus exquisitos productos.

Un grupo de alumnos del colegio de La Carriona, dirigidos por la profesora Rocío Crespo, optó por bautizar su cooperativa con una denominación más internacional, en inglés: «Beautiful things», que significa «cosas bonitas». Todo lo que venden, además de «bonito», cuenta con otro valor añadido. «Lo hicieron todo los niños en clase, en los ratos libres», explica la profesora. Uno de los artículos más originales que comercializan los pequeños son unas bolsitas de fieltro de colores para guardar bajo la almohada los dientes de leche que se caen. Todo un detalle para la visita del «ratoncito Pérez».

Raquel Fernández y su grupo del IES La Magdalena han optado por comercializar artículos de moda: vistosos relojes, pulseras y collares a precios asequibles. «Las ventas han ido bien, los artículos gustaron mucho y están a buen precio», explica la joven que también tiene pensado estudiar en el futuro alguna titulación relacionada con la administración de empresas. «Creo que ahora mismo es lo que más salida puede tener», opina.

Además de pequeñas empresas, en el mercadillo de ayer también se desplegaron expositores de ONGs con la que buscan financiación para contribuir a paliar una necesidad detectada en el tercer mundo.