Tres de las principales iglesias de Avilés sufrieron en los últimos días robos o intentos de sustracciones y asaltos en los últimos días. Fue en la céntrica parroquia de San Nicolás de Bari donde los ladrones lograron llevarse el mayor botín: unos seiscientos euros destinados a Cáritas, para obras sociales, principalmente ayuda a familias que atraviesan una situación difícil por la crisis. El robo se produjo el pasado viernes, según informaron fuentes de la parroquia, y en unas horas en las instalaciones había bastante actividad.

La parroquia de Santo Tomás de Cantorbery, en el barrio de Sabugo, también sufrió las fechorías de los ladrones. En este caso sólo lograron llevarse unos setenta euros de dinero destinado a Cáritas y a la celebración de misas. Para entrar, los asaltantes causaron daños en la puerta de acceso al despacho parroquial.

Donde también hubo daños, aunque en esta ocasión los ladrones no lograron llevarse nada fue en la parroquia de San Juan de Ávila. El pasado viernes, el párroco comprobó que no podía abrir la puerta principal de acceso a la iglesia. Tras inspeccionar la cerradura comprobó que habían intentado forzarla.

En otro orden de cosas, una mujer octogenaria falleció ayer en la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery mientras se celebraban los oficios de última hora de la tarde por causas naturales, causando consternación entre los asistentes a la misa.