Mieres del Camín. T. M.

En torno a las tres y media de la tarde, llegaba a la estación de Mieres-Puente, en su ya habitual parada, el «tren negro», que da comienzo a la «Semana negra» de Gijón. Con un retraso de casi hora y media, a causa del cierre de la vía por las protestas mineras en León, el convoy se detenía en la localidad caudalina. La incertidumbre en torno a la llegada era significativa en la estación, sobre todo, por los especiales espectadores con los que se contó en el día de ayer, los mineros. Decenas de ellos acudieron a recibir al «tren negro», poco antes de las dos de la tarde, horario previsto por la organización para la llegada a Mieres. «Creemos que era un acto en el que teníamos que estar reunidos», confesaban varios de ellos.

Una vez que el tren se frenó, el primero en salir fue Paco Taibo II, director de la «Semana negra», que este año cumple su 25.º aniversario. El director fue recibido entre aplausos por los asistentes y por el propio alcalde de Mieres, Aníbal José Vázquez, con el que se fundió en un profundo abrazo al son de la gaita y el tambor. Estos no entonaban las típicas canciones asturianas, sino que fue el sonido del «Santa Bárbara Bendita» el que estremeció a propios y extraños. Esta canción fue incluso cantada y aplaudida por todos los asistentes. «Me daba vergüenza que nos aplaudieran los mineros a nosotros», confesaba Jon Arretxe, escritor vasco. Éste comentaba haber recordado los momentos vividos en el País Vasco, hace unos años, con el problema de los astilleros.

Después de las fotos con las autoridades, la comitiva de la «Semana negra» se aunó con la causa minera y el propio Taibo II se puso una de las camisetas que llevaban los mineros, en la que podía leerse, «Quieren acabar con todo» y «No al cierre de la minería del carbón». Junto a él, el autor norteamericano afincado en Finlandia, James Thompson, también posó con la misma camiseta. «Ha sido un recibimiento muy emotivo que muestra la unidad que hay con la causa», confesaba el alcalde. «Estoy muy contento de recibir como siempre el «tren negro» en Mieres y mucho más con la situación actual», matizaba.

El propio Paco Taibo II tampoco esperaba este recibimiento. «Lo que hemos visto hoy es la situación real de este país», afirmaba tras el encuentro con los mineros. «Siempre es muy bonito llegar a Mieres. Esta es la entrada a Asturias y una parada obligatoria para nuestro tren. Pero el recibimiento de hoy ha sido algo especial; su espontaneidad lo ha hecho muy emotivo», argumentaba.

Tras la salida de la estación lo más destacado fue el paseo por las calles mierenses, con una sentada ejecutada por el alcalde, el director del evento y los mineros. Este acto se produjo justo antes de un pequeño pincheo en el Colegio Liceo de Mieres, donde los asistentes comentan lo emocionante de lo vivido. Entre ellos, el escritor granadino, Jesús Lens, hablaba de la hermandad que existe entre la Cultura, la Minería y la Literatura. Con él coincidía Empar Fernández, mientras que el escritor argentino, Guillermo Saccomano, confesaba haber soltado alguna lágrima al ver esta inesperada bienvenida. «Les apoyo profundamente, sobre todo, porque verles es síntoma de que existe una resistencia», finalizaba. Tras este aperitivo, el «tren negro» volvió a arrancar pasadas las cuatro y media, rumbo a Gijón.