Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

El gerente de la factoría candasina de Albo, Gonzaga Gómez Albo, dijo no el pasado martes a la oferta realizada por el Ayuntamiento de Carreño para quedarse en el municipio a coste cero, según el alcalde, el socialista Ángel Riego. Éste la planteó en la reunión que ambos mantuvieron en la Casa Consistorial. La oferta, similar a la que el regidor asegura que ya hizo en el pasado al consejo de administración de Albo en Vigo, consistía en facilitar el traslado de la conservera, que ahora ocupa una nave en la calle Carlos Albo de Candás, hasta un polígono de los existentes en el concejo. No tendría coste alguno para la empresa, según aclaró el propio Alcalde.

El Ayuntamiento, molesto con la forma en que la empresa ha procedido al cierre -sin comunicación previa ni a los trabajadores ni al propio Ayuntamiento- solicitó el pasado lunes reunirse con la gerencia de la conservera, para conocer de primera mano las soluciones planteadas para ejecutar la orden de cierre que pesa sobre la factoría. No sólo ha molestado en el Ayuntamiento la forma en que actuó Albo, sino también las declaraciones efectuadas por su jefe de personal, José Antonio García, hace una semana, basando el fin de la actividad industrial en Carreño en las dificultades planteadas por el gobierno local.

No obstante, y según puntualizaron desde el gobierno, se optó por ofertar de nuevo a la empresa la posibilidad de trasladar sus instalaciones a un polígono de la media docena que existen en el concejo, sin coste alguno para ella. Esto sería posible con la compensación por la venta de los terrenos que ocupa Albo en Candás y la dotación de fondos europeos. Así, Albo no tendría que realizar ningún desembolso para trasladar su actividad a una planta más moderna y mejor equipada. Sin embargo, el gerente de la empresa en Candás rechazó la última propuesta en base a que la decisión ya está tomada. Con el cierre de Albo, quedan en el aire más de cien puestos de trabajo.

Un total de 58 personas son fijas. Éstas tienen encima de la mesa una oferta para ser trasladadas a la planta de Vigo, mientras que otro medio centenar, temporales, engordarán las listas del paro. Como media, la empresa cuenta con medio centenar de trabajadores auxiliares, si bien durante las principales costeras del bonito la cifra total de trabajadores en los almacenes candasinos asciende a 130.

La oferta de la empresa no ha gustado a la plantilla, que el lunes iniciará movilizaciones.

Viernes 19

La dirección de la empresa comunica la orden de cierre para el 31 de julio.

Lunes 22

Los sindicatos reciben la orden, sustentada en las pérdidas económicas, el absentismo laboral y la mala ubicación de la fábrica.

Martes 23

Riego se reúne con Albo.

Miércoles 24

Los trabajadores rechazan la propuesta de la empresa.