Oviedo, M. D. B.

David García, padre de José Antonio García, abandonó su pueblo, Illaso (Villayón), para buscarse la vida como emigrante en México en 1948, con 27 años. David, de casa Pereiro, ya se marchó casado con Josefina Rodríguez, de casa Perales. Desde la distancia nunca se olvidó del equipo al que había seguido siempre, el Oviedo. En 1987, cuando compró un modesto club de la capital mexicana, el Atlante, puso al frente a su hijo José Antonio.

A David García le fue bien en México y, entre otros negocios, en 1971 fundó la empresa Garcís, dedicada a la fabricación de material deportivo, ahora dirigida por Toño García. Cada verano tiene una cita con su tierra para asistir a las fiestas del pueblo de Verdegueira en honor de la Virgen de la Milagrosa. «En cuanto llega a Illaso, mi padre coloca una bandera de Asturias, una de España y otra de México», explica con orgullo su hijo José Antonio.

El 26 de febrero, David García cumplirá 90 años y tiene muy claro el regalo que le pedirá a su hijo. «Su mayor ilusión», explica José Antonio García, «es hacer algo para ayudar al Oviedo y ve que ahora puede tener la oportunidad de hacerlo». Quizá de esta forma, David alargará los dos meses que todos los veranos pasa en Asturias.